Parientes de Nersi María Colmenares, la mujer venezolana que fue asesinada por un raso de la Policía Nacional, están desconsolados con el hecho y solo piden a las autoridades dominicanas que les “ayuden” para trasladar el cuerpo a su natal Venezuela para que su madre y otros familiares puedan despedirse y verla por “ultima vez”.
Colmenares fue ultimada el primero de enero de este 2020 de múltiples disparos por el raso Wascar Jesús Ferreras Cuello, quien luego intentó suicidarse. El hecho ocurrió en el sector Los Mameyes, en el municipio Santo Domingo Este. La mujer, de 40 años, residía en el país desde agosto de 2016.
Humberto José Terán y Luis Alberto Delgado, hermano y cuñado de la víctima, respectivamente, explicaron que lo único que piden al Gobierno es que los ayude a llevar el cuerpo de su pariente a Venezuela. No desean que sea sepultado en la República Dominicana, pues guardan la esperanza de algún día volver a su nación y no quieren que su tumba esté en el extranjero.
Además de la ayuda económica que solicitan del Gobierno dominicano, los venezolanos quieren “garantía” de que se les permitirá volver a la República Dominicana, pues su estatus migratorio no está bien regularizado y desde el 15 de diciembre las autoridades dominicanas exigen a los venezolanos que para penetrar al país tengan el visado correspondiente.
“Nuestra familia quiere verla, tiene casi cuatro años sin verla y no queremos enterrarla aquí, porque si hubiera sido un delincuente que la hubiera matado, se nos hubiera hecho muy difícil, pero fue un funcionario de la República Dominicana, entonces, nosotros queremos que el Gobierno se responsabilice y nos colabore, porque yo creo que ellos se tienen que hacerse responsable de mandarnos el cuerpo de nuestra hermana”, dijo Luis Alberto Delgado a Diario Libre en conversación telefónica.
Los parientes de la víctima expresaron que se trata de un tema humanitario lo que están solicitando al Gobierno que encabeza el presidente Danilo Medina y recordaron que residen en la República Dominicana porque se vieron precisados a huir de su nación por la crisis económica y política por la que atraviesa desde hace años.
“Yo hablé con mi cuñado y no queremos retirar el cuerpo y enterrarla aquí, ¿por qué motivo?, porque nosotros algún día nos vamos a ir a nuestro país a reunirnos con nuestras familias (…) tú sabes que es triste que ella se quede aquí y nosotros nos vayamos y nunca la podamos ver”, acotó el cuñado de la víctima, a quien dijo querer como una hermana, pues se criaron juntos.
El cuerpo de la dama se encuentra en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) de Herrera, en el municipio Santo Domingo Oeste, de donde advirtieron que no se lo llevarán hasta que les den garantías de que lo ayudarán a llevarlo a Venezuela.