Dos millones de parejas chinas solicitaron tener un segundo hijo en 2015, último año en el que se aplicó la “política del hijo único”, informaron hoy las autoridades nacionales encargadas de las políticas de planificación familiar en datos que muestra la agencia oficial Xinhua.
La cifra dobló la registrada en 2014, año en el que ya se relajó ampliamente la “política del hijo único” y en el que sólo hubo un millón de solicitudes para tener un segundo vástago, la mitad de las que se esperaban.
El 1 de enero de 2016 entró en vigor la reforma legislativa que permite tener a todas las parejas chinas sin excepción tener dos hijos, cuando antes esa posibilidad sólo se contemplaba en algunos casos (matrimonios de hijos únicos, campesinos, miembros de minorías étnicas, etc).
Expertos chinos en demografía esperan que ese histórico cambio, tras más de tres décadas de política del hijo único, generará dos millones más de nacimientos anuales en China, por lo que la natalidad se podría elevar de los 16 millones de años pasados a unos 18 millones.
Pekín defendió que la política del hijo único, iniciada en 1979, frenó la superpoblación de un país que ahora tiene casi 1.400 millones de habitantes -más que toda Europa, toda África o toda América- pero que sin medidas de limitación demográfica podría sumar 1.700 millones. EFE