El Papa Francisco pidió perdón el martes por los abusos sexuales de religiosos a niños y afirmó que la Iglesia debe esforzarse porque no se vuelva a repetir.
En su primera actividad del martes Francisco visitó a la presidenta Michelle Bachelet en el palacio de gobierno de La Moneda y ante unos 400 invitados el pontífice aludió a un tema que era esperado, aunque no formaba parte de su agenda, el de los múltiples abusos sexuales a niños que mayoritariamente fueron ocultados por la jerarquía católica.
“Y aquí no puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia”, enfatizó.
Añadió que “me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir”.
El incómodo tema de los abusos saltó a la agenda del pontífice cuando la semana pasada The Associated Press divulgó una carta del papa fechada el 31 de enero de 2015, en la que reconoce que estaba advertido de los inconvenientes de nombrar como obispo de la diócesis sureña de Osorno, 930 kilómetros al sur de Santiago, a un religioso formado por el sacerdote Fernando Karadima, el mayor pedófilo de la iglesia católica chilena conocido hasta ahora.