El papa Francisco ha mandado instalar tres duchas en el interior de los baños que hay bajo las columnas de la basílica de San Pedro para que puedan lavarse y cambiarse los sin techo que duermen en los alrededores del Vaticano.
La noticia fue publicada hoy por el diario “La Stampa”, que explica que Francisco tomó esta decisión después de que el limosnero del papa, Konrad Krajewski, le comunicase que las personas sin hogar que duermen cada noche bajo las columnas realizadas por Gian Lorenzo Bernini no encuentran sitios para asearse.
Krajewski fue nombrado limosnero el 3 de agosto de 2013 y el papa le pidió expresamente que hiciera como él cuando era arzobispo de Buenos Aires: salir personalmente a llevar ayuda a los necesitados.
Según el rotativo, Krajewski invitó a comer a un restaurante a una de estas personas, un italiano llamado Franco, tras saber que era su cumpleaños, pero éste lo rechazó porque se avergonzaba ya que “olía mal”.
“Le llevé de todas maneras a comer, a un restaurante chino, y me explicó que en Roma siempre se consigue algo para comer, pero que faltan sitios para lavarse”, explicó el limosnero del papa al rotativo.
Aunque en los comedores de Cáritas hay duchas, y existen otros lugares donde poder lavarse, Franco explicó a Krajewski que “están siempre llenos”.
Tras conocer esta situación, el papa autorizó la construcción de las tres duchas en el interior de los baños que normalmente usan los peregrinos, y que comenzarán a instalarse el próximo 17 de noviembre.
Asimismo, el prelado polaco ha comenzado un proyecto, que financiará el papa Francisco, para dotar de baños y duchas a algunas parroquias romanas.
El prelado polaco, al que todos conocen como “Don Corrado”, explicó al rotativo que es “más fácil dar de comer y preparar un bocadillo que gestionar un servicio de baños, donde sirven voluntarios, toallas…”.
“Don Corrado” también está pensando en contar con la colaboración de los alumnos de alguna escuela de peluquería para que, además de las duchas, los sin techo que viven en los alrededores del Vaticano puedan cortarse el pelo y afeitarse.
Para el limosnero del papa, la higiene para “estos peregrinos sin hogar”, como él les llama, es fundamental pues les hace menos vulnerables a algunas enfermedades.
El papa siempre ha mostrado una gran atención por estas personas que duermen bajo las columnas de San Pedro y en los alrededores, y manda a Krajewski a que les de dinero y artículos de primera necesidad como comida y mantas.
El pasado 17 de diciembre, día de su cumpleaños, Francisco invitó a que comieran con él en la Casa de Santa Marta a cuatro de estas personas sin hogar.
La Limosnería apostólica se financia con las donaciones y con los cerca de 250 mil euros que cada año se recogen de la venta de los pergaminos bendecidos por el papa, que cuestan entre 5 y 15 euros, y que se piden para bautismos, bodas y otras ocasiones.