San Salvador.- El Gobierno de El Salvador recibió hoy “con alegría” la noticia de la canonización de monseñor Óscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 por los escuadrones de la muerte cuando oficiaba una misa.
“El Gobierno de El Salvador expresa su congratulación por el anuncio del Vaticano sobre la aprobación del decreto que hará posible la canonización de monseñor Óscar Arnulfo Romero”, expresó la Cancillería en un comunicado.
La fuente indicó que monseñor Romero es “recordado por su invaluable legado, su compromiso y labor pastoral a favor de los más necesitados”.
Apuntó que “el pueblo y Gobierno salvadoreño agradecen al papa Francisco por la aprobación de este decreto, el cual reconoce la histórica entrega y sacrificio del beato Romero”.
El papa Francisco firmó este miércoles el decreto del milagro por intercesión del arzobispo de San Salvador, asesinado en 1980 por los escuadrones de la muerte mientras decía misa, y por el que será proclamado santo, según lo informó la oficina de prensa del Vaticano.
La beatificación de Romero se había proclamado ya con un decreto en el que se reconocía el “martirio” de Romero “in odium fidei”, es decir, que fue asesinado por “odio a la fe” y por tanto sin necesidad de un milagro.
Romero podría ser canonizado en el Vaticano junto con el papa Pablo VI a finales del próximo mes de octubre en Roma, al final del Sínodo de Obispos sobre los Jóvenes, convocado del 3 al 28 de octubre.
Otra opción sería una posible canonización en El Salvador o en Panamá en enero de 2019, donde Francisco tiene previsto viajar para la Jornada Mundial de la Juventud.
En marzo de 1994 se abrió el proceso de beatificación del prelado y tras concluirse su fase diocesana, que redacta el informe sobre la vida, en 1997 pasó a la Congregación de la Doctrina de la Fe para que diese su autorización.
Monseñor Romero fue asesinado por un francotirador de los escuadrones de la muerte, el 24 de marzo de 1980; año en que “comenzó oficialmente la guerra civil en El Salvador (1980-1992)”.
El 23 de mayo de 2015 el Vaticano lo beatificó en una ceremonia celebrada en la Plaza Divino Salvador del Mundo, en San Salvador