NUEVA YORK. El presunto pandillero dominicano Justice Andrade (JD), fue condenado a 203 años en la cárcel, sentencia equivalente a dos cadenas perpetuas consecutivas, más 36 meses adicionales por el asesinato del aspirante a policía estatal Ty- Shon Perry, a quien le disparó detrás de un árbol, en julio de 2014.
Andrade, de 23 años, y un prominente miembro de la ganga callejera “Chad Brown” en el Norte de Providence, fue condenado por el juez Robert D. Krause por asesinato en primer grado, una de las cadenas perpetuas y por disparar un arma para la comisión de un crimen, que terminó en homicidio, la segunda.
Los tres años adicionales, son por posesión ilegal de un arma de fuego.
El asistente especial del fiscal general Michael White Junior, había pedido 10 años adicionales en una de las fases de la doble cadena perpetua, y por testimonios claramente falsos en el juicio.
La madre del muerto, Rhamanya Perry, entre lágrimas, imploró al tribunal antes de la sentencia.
Se quejó de que Andrade estaba sonriendo durante el juicio y mostrando falta de remordimientos.
Un jurado deliberó en enero durante un día antes de declarar culpable a Andrade por el asesinato de Perry, cuya familia dijo que había aspirado a unirse a la policía estatal. Perry dejó un hijo pequeño.
La Fiscalía dijo que Andrade estaba detrás de un árbol, mirando, y abrió fuego contra un grupo que estaba en una fiesta el 19 de julio de 2014, cuando el asesino creyó que entre los asistentes, estaba un pandillero rival. Perry fue gravemente herido en la espalda y la bala penetró sus pulmones.
Una testigo que estaba en la fiesta, identificó a Andrade como el tirador. Informantes presos protegidos y que negociaron con los fiscales, también testificaron que en conversaciones con Andrade, el pandillero, les aseguró que él mató a Perry.
Ni Perry ni Andrade fueron mencionados como miembros de pandillas, a lo largo del juicio de tres semanas, pero un testigo de la policía mostró imágenes al jurado de Andrade con señales intermitentes de la pandilla Chad Brown.
Perry había sido atrapado en el fuego cruzado de un enfrentamiento entre la banda de Andrade y sus cómplices de la pandilla East Side en la sección Mount Hope en la calle Chad Brown, según el fiscal White.
La abogada defensora de Andrade, Judith Crowell, insistió en el juicio que su cliente no estaba en una banda. Ella sugirió que Andrade no fue el tirador, y que fue un tal Kevin Mann, un joven padre indignado que disparó porque Perry estaba hablando con la madre de sus hijos.
Mann, fue posteriormente asesinado de un balazo frente al bar “Pasha Hookah” en 2015.
Momentos después que Andrade se declarara culpable ante el juez Krause en octubre de 2014 por el asesinato de Perry, Terry Robinson, un presunto miembro de la pandilla, fue asesinado a tiros fuera del complejo de viviendas Chad Brown. Robinson, de 22 años, fue uno de los tres jóvenes, entre ellos el primo de Andrade, Delacey, que sentado en la sala durante la lectura de cargos contra Andrade.
Minutos después, Robinson fue abatido a tiros, y Delacey Andrade recibió un disparo en las nalgas.
Bruce Moten, de 27 años, cumple dos cadenas perpetuas consecutivas de cárcel, por su papel en el tiroteo.
Los detectives de la Policía de Providence Stephen Sullivan y Jason Simoneau, dirigieron la investigación sobre la muerte de Perry y la fiscal general adjunta Stacey Veroni, procesaron el caso.