Científicos de la Universidad de Oxford esperan informar los resultados de las pruebas avanzadas de su vacuna contra el COVID-19 antes de Navidad, dijo un investigador este jueves.
El doctor Andrew Pollard, experto en infecciones pediátricas e inmunidad de Oxford, dijo que las bajas tasas de infección durante el verano demoraron las investigaciones, pero que las pruebas de fase 3 están acumulando los datos necesarios para informar de los resultados a medida que una nueva ola de la pandemia afecta a países alrededor del mundo.
Oxford desarrolla su vacuna junto con el laboratorio AstraZeneca.
Pollard habló de los progresos de las pruebas de fase avanzada al tiempo que Oxford dio a conocer una investigación anterior según la cual la vacuna tenía buena tolerancia y provocaba una fuerte reacción inmune en personas mayores de 70 años. Esto es importante porque las vacunas no suelen ser tan eficaces en personas mayores, dijo Pollard.
“La razón por la que estamos tan complacidos es que por lo que vemos, las reacciones inmunitarias son idénticas, incluso en personas mayores de 70 años”, acotó.
Las conclusiones se basan en una prueba de fase II con 560 personas, de las cuales 240 eran mayores de 70 años. Los resultados del estudio aparecieron el jueves en la revista médica internacional The Lancet.
Las pruebas de fase II brindan datos preliminares importantes, pero no demuestran en última instancia si la vacuna previene la enfermedad. Oxford y AstraZeneca aguardan los resultados de las pruebas de fase 3 con miles de personas alrededor del mundo para determinar si su vacuna es segura y eficaz.
Otras dos farmacéuticas, Pfizer y Moderna, difundieron días atrás los resultados preliminares de sus pruebas de fase avanzada, según los cuales sus vacunas son efectivas en casi 95%.
Pollard dijo que no hay competencia entre los distintos grupos de investigación porque se necesitarán varias vacunas para controlar la pandemia y permitir que la vida regrese a la normalidad.
A pesar de los avances recientes, Pollard dijo que el mundo está apenas en las etapas iniciales de los esfuerzos para proteger a la gente del COVID-19. Una vez aprobadas las vacunas, los laboratorios y las autoridades de salud pública aún enfrentan la tarea de fabricar miles de millones de dosis y suministrarlas a la gente alrededor del mundo.