Al menos 9 muertos dejó el huracán Otto en Costa Rica, donde miles de personas continúan hoy en albergues y comienza a restablecerse el fluido eléctrico y a despejarse vías en las zonas más golpeadas, al norte del país.
Otto ingresó a Costa Rica el jueves con la fuerza de un huracán de categoría 2 y salió la madrugada de este viernes, golpeando duramente la zona norte del país, donde todavía sigue lloviendo, aunque con mucho menos intensidad.
El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Walter Espinoza, dijo hoy en una rueda de prensa que las víctimas mortales se elevaron a 9, cinco de ellas registradas en Upala, en la provincia de Alajuela, fronteriza con Nicaragua, y uno de los sitios más afectados por el huracán.
Un fotoreportero de Efe que recorrió la comunidad de Upala comprobó que hay casas destruidas, inundaciones, barro por todos lados, escombros, derrumbes, fallecidos y desaparecidos.
Los otros cuatro muertos se registraron en el cantón de Bagaces donde pegó más fuerte Otto, el primer huracán en la historia que toca directo a Costa Rica.
“Todos lo cadáveres, a excepción de uno que está en rescate, se encuentran en la morgue del Hospital de Liberia para que se les realice las respectivas autopsias”, informó Espinoza.
Las autoridades reconocen que hay desaparecidos y han dicho que darán una cifra cuando tengan información confirmada.
El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, anunció que su Gobierno decretará tres días de luto en el país a partir del próximo lunes.
“Estamos en duelo por la muerte de nuestras queridas personas fallecidas y en actitud de solidaridad fuerte, firme, por las personas afectadas por el huracán y que se encuentran en una situación desesperada”, declaró el presidente costarricense.
Solís se felicitó por la “unidad nacional” que se ha producido a raíz de la catástrofe, y abogó por una nueva “lógica nacional” porque “cuando los costarricenses estamos unidos podemos hacer muchas cosas”.
Con el desfile ante la prensa de los titulares de los diferentes servicios se informó que alrededor de 6.800 personas permanecen en 48 albergues aunque se piensan abrir nuevos albergues en la zona norte.
Los hospitales afectados, el de Upala y el de Los Chiles, mantienen sus servicios y tienen garantizada el agua potable, y está a punto de restablecerse la conexión eléctrica al primero, que se maneja con energía autónoma.
El servicio eléctrico ya fue restituido a más de 20.000 clientes en Guanacaste, zona del norte muy afectadas por el paso el huracán, pero quedan unos 30.000 sin fluido eléctrico en el país, de acuerdo con la información oficial.
Las infraestructuras, en particular las carreteras y puentes, poco a poco se van abriendo, aunque la zona de Upala es la que está más afectada y su acceso es complicado.
Las clases comenzarán el lunes, aunque la situación no es homogénea en todo el país: en Upala, seis de los ocho colegios se han visto bastante afectados por el huracán.
Así mismo, los clubes de fútbol de Costa Rica convocaron a los aficionados a que aporten alimentos para los afectados por el huracán durante la próxima jornada del Cuadrangular del Campeonato.
Por su parte, el ministro de Turismo de Costa Rica, Mauricio Ventura, dijo a Efe que “la infraestructura turística y su organización ha resistido perfectamente el embate del huracán”.
“Costa Rica a nivel turístico está en disposición de poner a funcionar los centros hoteleros en el momento en que las autoridades lo dispongan, a excepción de algunos en la zona de Upala que, lógicamente están más afectados”, dijo el ministro.
“Estamos muy orgullosos de que ni un sólo turista haya salido herido de esta inclemencia que hemos vivido”, aseveró Ventura.