Por Cesar Hilario,
´´ Es preferible que haya escándalo a que pierda la verdad´´.
San Gregorio Magno (+604) Papa.
Su estructura
De entrada, una precisión: al decir de que ´´otra´´ Iglesia es posible, no pretendo ni por asomo afirmar que ´´esta´´ Iglesia tiene que desaparecer y dejar paso a la que voy a ´´inventar´´. La Iglesia tiene origen en Jesucristo y no puede ser inventada según el capricho, la originalidad o las conveniencias de cada uno. Más en concreto, la Iglesia que proviene de Jesús tiene una estructura jerárquica fundamental, que no puede ser anulada, ni siquiera marginada de la manera que sea. Por eso cuando hablo de la Iglesia, es fundamental que quede claro: su estructura es una cosa y es su organización otra. En los tres primeros siglos del cristianismo quedó configurada su estructura jerárquica que es un dato de fe que ningún cristiano tiene derecho a poner en cuestión.
Tan cierto como lo que acabamos de decir es que esa estructura se puede organizar de muchas maneras y ahí está su historia para decírnoslo. Concretamente, se puede organizar de manera que el poder y la autoridad se ejerzan de una forma más evangélica o por el contrario de una forma más parecida a como se ejerce el poder entre los poderosos de este mundo; y aquí sí es necesario decir algo que ilumine a tantas gentes que se preguntan hoy si otra Iglesia es posible (Teólogo J. M. Castillo).
Un ejemplo ilustrativo. La teología del Concilio Vaticano II marcó un antes y un después en la Iglesia. Dejo atrás el Concilio de Trento (1545-1563) y el Concilio Vaticano I (1869-1870) que compaginaron la llamada época de la cristiandad, que significó el dominio de la Iglesia también en lo político. Razón por la cual muchos miembros de la Iglesia a todos los niveles añoran esa época, incluido el Papa Juan Pablo II que no acertaba más que a una evangelización restauradora y poniendo como centro de ella a Europa: cosa que los más y mejores eminentes teólogos rechazan. Fruto de esa ´´´restauración´´ es el ataque a la experiencia cruel del nazismo y comunismo, que califica como las ´´ideologías del mal´´, que amenazó de muerte a toda Europa y al mismo tiempo no se califica como ideología del mal a la Doctrina de la seguridad nacional que inspiró a todas las dictaduras militares ´´católicas´´ en América Latina, igualmente la ideología neoliberal actual que oculta y justifica la pobreza y la exclusión de más de un 60% de nuestra población. No se toma conciencia y no se denuncia proféticamente que el actual sistema de libre mercado es también una fuerza brutal que destruye nuestro continente ´´católico´´. Ni hablar del apoyo irrestricto de Juan Pablo II al Sindicato Solidaridad en Polonia, por demás, alimentado con dólares millonarios del Gobierno Norteamericano y la sospecha y dureza con que la Iglesia Institucional trata al sindicalismo nuestro.
En el trabajo anterior vimos como las palabras Religión e Iglesia le dan ´´una verdadera paliza´´ al Evangelio. Estamos conscientes que entre nosotros, además, se identifican prácticamente, muy prácticamente, Iglesia y Reino de Dios; lo cual constituye una de las más frecuentes y nocivas herejías para la Iglesia. Tratar este tema abundantemente siempre será poco.
El cristianismo no es una Religión. El famoso teólogo evangélico K. Barth afirma: ´´ La Religión brota del hombre, la revelación brota de Dios y entre ambas hay un antagonismo radical´´ (aunque muchos teólogos no comparten esto último con el eminente teólogo). De ahí que la principal palabra bíblica sea: escucha (shema Israel). ¡El religioso no escucha,
Podemos constatar que el movimiento iniciado por Jesús se fue convirtiendo en una Religión, el cristianismo se ha ido distanciando de las señas de identidad de la vida y el mensaje de Jesús de Nazaret. El cristianismo dejó de ser un movimiento y convertirse en una Religión, semejante al resto de religiones monoteístas (judaísmo e Islam).
Gracias al Concilio Vaticano II, los cristianos hemos vuelto la mirada hacia los orígenes y descubierto que el Dios de Jesús de Nazaret tiene poco que ver con el Dios transmitido por la oficialidad de la Religión cristiana. Y se nos ha manifestado la experiencia de Jesús de Nazaret que quiso compartir con sus seguidores: un Dios cercano al hombre y a la mujer y que ha comunicado su voluntad como algo decisivo en él. Abandonar el pecado era la consigna de San Juan bautista para la conversión. Para Jesús la conversión consistía: aliviar el sufrimiento humano y hacer feliz la vida de las personas.
Total, para Jesús el pecado es lo que daña al hombre y lo que daña al hombre es el sufrimiento. Santo Tomas de Aquino (+1274) expresó maravillosa y precisamente a Jesús: ´´lo que ofende a Dios es que nosotros nos ofendamos´´. Y es que el Dios de Jesús es amor: ´´si nos amamos (no es amar a Dios) Dios permanece en nosotros´´ (1 Jn 4,12). Amen de que el Dios de Jesús es también el Dios de los pobres, que son los preferidos de Dios. Por ello su Reino es para ellos. Finalmente no se ha de confundir por ende la imagen del Dios de la Religión (cristiana) con la imagen del Dios de Jesús de Nazaret, un Dios sin Religión.
La Curia Romana
La teología del Vaticano II que puso al día a la Iglesia en el mundo contemporáneo chocó con un ´´iceberg´´ más poderoso del que se encontró el Titanic: La Curia Romana. En este choque consiste la involución que sufre actualmente la Iglesia. La Curia Romana es un súper Titanic en respecto a la de nosotros: la barquita de Pedro zarandeada precisamente por las olas gigantescas de ese súper Titanic: la inigualable Curia Romana, bañada por los peores adjetivos (ahí está el internet y redes sociales) que no han sido desmentidos, porque son la triste y cruel realidad. Se habla de corrupción, de homosexualidad, de lavado de dinero y demás yerbas muy aromáticas. En Dominicana todos/as lo sabemos pero ´´de eso no se debe hablar´´. ¡Aquí se cree en el secretismo más que en Dios…! De ahí viene lo más grave que está sucediendo en nuestra Iglesia sobre todo a los más altos niveles: el encubrimiento. Cosaeminentemente más grave que la pederastias de nuestros Curas!
Y cuál es la conclusión de todo esto? El miedo. Y el miedo es el enemigo de la fe. Estamos paralizados en estos últimos años por el miedo. Y aquí viene muy a propósito las palabras de Francisco: ´´Busquemos ser una Iglesia que encuentra caminos nuevos´´. El Papa no se sorprende: ´´La novedad nos da miedo, nos da siempre un poco de miedo porque nos sentimos más seguros si tenemos todo bajo control, si somos nosotros los que construimos, programamos y planificamos nuestra vida´´. Y nos hace una pregunta a la que hemos de responder: ´´¿Estamos decididos a recorrer los caminos nuevos que la novedad de Dios nos presenta o nos atrincheramos en estructuras caducas, que han perdido la capacidad de respuesta´´? Más claro ni el agua: el Papa Francisco cree firmemente que otra Iglesia es posible. Y dejó claro desde el principio que sus prioridades no iban a ser el aborto, el matrimonio de homosexuales y el divorcio, cuya condena llegó a convertirse en obsesión de los pontificados anteriores y muy especialmente de Clérigos del patio.
O sea que el Papa Francisco afirma reiteradamente que se ubica en las periferias, pero no para ejercer el existencialismo, la beneficencia y la ´´caridad´´ mal entendida, sino para trabajar por otro mundo posible. Pero ´´la Curia Romana seguirá, y el Papa pasará´´. Con humor, el bueno del Cardenal español Tarancon decía que hay Obispos que sufren de tortícolis de tanto mirar a la Curia Romana. Por eso los dos pontificados anteriores al Papa Francisco borraron los Obispos Profetas, llamados los Padres de América Latina, surgidos entre nosotros desde Medellín al sustituirlos por Obispos sumamente conservadores y ´´obedientes´´ a la Curia Romana. ¿El Papa Francisco cambiará de opinión? ¿Nos enviará pastores con ´´olor a ovejas´´ u Obispos más interesados en la Curia Romana que en su pueblo? ¿Pastores que respeten el ´´sagrario de la conciencia´´ de los fieles? En materia sexual, avalada por el trabajo Pastoral (en mi caso de 55 años) se da el caso en que los fieles piensan y actúan de una determinada manera y los Clérigos del patio de otra. Y hay que decirlo: eso hace mucho daño a la Iglesia. Además, amigos/as lectores, la conciencia es ´´el lugar donde se decide la voluntad de Dios´´. Benedicto XVI cuando estaba (del verbo no está!) apegado al Concilio Vaticano II y a raíz de la encíclica Humanae Vitae sobre los anticonceptivos, llegó a decir (asómbrense): ´´Por encima del Papa está la conciencia´´.
En conclusión, la renuncia del Papa Benedicto XVI no se debió sólo a su salud. Cuando los tres Cardenales, un Eslavo, un Español y un Italiano le presentaron el informe que el mismo Papa ordenó, éste se llenó de horror: corrupción, homosexualismo, intrigas, rebatiñas, choque de trenes: Angelo Sodano (intimo del sanguinario Pinochet) y Tarsicio Bertone, lavado de dinero y un etcétera bastante largo, el Papa alemán vió, sincera y valientemente que ´´eso no era para él ´´. Amigos/as, Ustedes van a decir que yo exagero pero me vino a la memoria la frase de San Pablo: ´´Satanás se disfraza de un Ángel de luz´´ (2 Cor.11, 14).
Se eligió al Cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio que había sido el segundo más votado en el conclave (o mejor dicho en el plebiscito, porque Juan Pablo II usó la dedocracia para que fuera Ratzinger su sucesor). El Papa Francisco sorprendió desde el principio. Nunca antes un Papa había rendido un homenaje al Santo de Asís (+1226). De la misma manera que un Papa se hizo llamar Pedro II ni tomó los nombres de los evangelistas Mateo y Lucas.
Algo a destacar del Papa Francisco es que está consciente de que el modelo romanocéntrico y eurocéntrico está sin salida, palabra ésta predilecta del Papa; ya no presenta condiciones para rescatar la frescura del evangelio y la alegría que el mensaje cristiano produce. Abandona el término tradicional de la ´´nueva Evangelización´´ por otro más rico: la conversión Pastoral de toda la Iglesia, en el sentido de acercarse a las personas y caminar con ellas ¡Cuánta necesidad tiene nuestra Pastoral del patio de corregir una actitud tan poco humana: hacer ´´visiteo´´ casa por casa y después ni saludar a esas personas visitadas cuando se encuentran en la esquina, en el supermercado o en el colmado.
Para el Papa Francisco su propuesta es: ´´No tengamos miedo de revisar´´. En su exhortación apostólica Evangelii Gaudium (la alegría del Evangelio) señala: ´´Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo… Toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la Evangelización del mundo actual más que para la autopreservación´´. Para operar la refundación de la Iglesia el Papa limpia previamente el terreno en dos frentes: en el ámbito político-económico y en el ámbito eclesiástico. Condena el actual sistema económico-financiero como ´´injusto en su raíz´´ pronunciando un rotundo ´´no a una economía de la exclusión y la inequidad. Esa economía mata… Se considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar… Los excluidos no son explotados sino desechos, sobrantes´´.
Otorga absoluta centralidad a los pobres: ´´no deben quedar dudasni caben explicaciones que debiliten este mensaje tan claro. Hoy y siempre los pobres, son los destinatarios privilegiados del Evangelio´´. Refuerza la idea con estas palabras sin ninguna condición previa: ´´Nadie puede sentirse exceptuado de la preocupación por los pobres y por la justicia social´´. Tales palabras, también dichas por los Papas anteriores permanecían tan solo palabras. Ellos nunca se encontraban afectiva y efectivamente con los pobres, de ahí la dificultad que tenían para entender la Teología de la Liberación que hizo de la opción por los pobres contra la pobreza y a favor de la justicia social, su marca registrada.
En fin, ´´la sencillez´´ no basta en un Papa: hace falta un programa de reformas profundas´´ (Teólogo Jose Arregi). No bastará con reactivar el Vaticano II: el Concilio dejó intacto el poder absoluto monárquico del Papa y no dijo nada de la mujer. ¿Qué pasa en los documentos del Vaticano II para que 50 años después se hayan podido desactivar, citando el Concilio y en su nombre?
Y vuelvo a destacar sus primeras palabras después de la celebración de su elección: ´´Cuánto desearía una Iglesia pobre para los pobres´´, enfatizando que: ´´ La incoherencia de los fieles y de los Pastores mina la credibilidad de la Iglesia´´. Así podríamo
Todo lo contrario. No es la hora de la resignación, la pasividad o la dimisión, sino el momento oportuno (Kairos). La idea de Jesús es otra: en tiempos difíciles ´´tendrán ocasión de dar testimonio´´. No nos olvidemos que la Iglesia nació de una crisis. Su protagonista fue San Pablo, al grito de: ´´No hay judío ni griego; no hay siervo ni libre; no hay hombre ni mujer. En efecto, todos son uno en Cristo Jesús´´ (Gal 3-18). El inmenso Pablo organizó la Iglesia en todo el mundo conocido, inculturando el Evangelio. Y me pregunto, por qué Pablo sobrepasó la crisis, porque no tuvo miedo. Como Jesús, Pablo sintió miedo pero el miedo no lo dominó. Y el miedo es el enemigo de la Fe. Hoy en nuestra Iglesia hay miedo y no solo a los Comunicadores Sociales. El verdadero miedo es al Evangelio. ´´Cuando hay miedo a Jesús, ahí mismo termina la Fe´´ (Teólogo J. A. Pagola). Y como dijo muy bien el teólogo Jesuita González Faus: ´´La mejor salida para un cristianismo en crisis sería que volviera a ser cristianismo´´. El problema está en diagnosticar a la gente de Iglesia a todos los niveles, que hay crisis y crisis fuerte, como nunca se ha presentado en la Iglesia. Pero hay controladores en la Iglesia que dicen que no hay crisis. ¡Y quien controla a los controladores…!
Conclusión
Espero que algún día la profesión ´´oficial´´ de la fe cristiana proclame que la fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo conlleva el compromiso de la Opción por los pobres.
Concluyo con las oportunas palabras del exegeta Chileno Pablo Richard: ´´La crisis del modelo conservador de Iglesia, que ahora ha llegado a ser una crisis irreversible es una crisis que nos llena de perplejidad, temor, angustia y desesperanza. Pero la posibilidad histórica y real de construir un nuevo modelo y manera de ser de la Iglesia (lo que es lo mismo otra Iglesia) nos llena de esperanza y de alegría´´.
Dedico estas migajas a los pobres, perdón, a los empobrecidos (que de seguro no me van a leer), en solidaridad impotente. Y por favor, Papa Francisco, no te me muera (n) ¿!
Para seguir leyendo, El nuevo pueblo de Dios J. Ratzinger; El Factor cristiano J. I. González Faus; La iglesia que quiso el Concilio J.M. Castillo; La Teología después del Vaticano II A. Torres Queiruga; La Iglesia y los Sacramentos K. Rhaner; Eclesiogenesis L. Boff; Jesús sí, Iglesia también R. Blazquez; Beber en su propio pozo G. Gutiérrez; ¿Adónde va la Iglesia? de M. Kehl y La Iglesia Perpleja de A. Brighenti.