CARACAS. El partido Alianza Bravo Pueblo (ABP), del opositor Antonio Ledezma, y la formación Vente Venezuela, de la dirigente María Corina Machado, consideraron hoy que la nueva cita de diálogo entre el Gobierno y la oposición busca “darle tiempo” a la Administración de Nicolás Maduro.
“¿Con qué cara se le puede decir a los venezolanos que se va a una nueva ronda de diálogo? Cuando en ninguna de estas reuniones se han logrado los propósitos reales que puedan abrirle camino a las posibles soluciones de la dramática crisis que afecta a nuestros ciudadanos”, dijo el presidente encargado de ABP, Richard Blanco, en un comunicado.
El opositor expresó así su rechazo al anuncio de que el próximo 11 y 12 de enero habrá una nueva reunión de diálogo entre la delegación del Gobierno de Maduro y la oposición, en la que no participan ABP ni Vente Venezuela.
Por su parte, la organización Vente Venezuela, expresó a través de la red social Twitter que “Venezuela ya ha tenido suficiente de mentiras” como la que se dijo ayer en República Dominicana, cuando “no llegan a nada y solo logran conseguirle más tiempo a la narcodictadura mientras el país se muere de hambre”.
Asimismo, el diputado opositor Juan Pablo García, y militante de Vente, calificó de “fracaso” la reunión de este viernes.
“Se siguen sentando sin condiciones ni garantías y el régimen obtiene lo que quiere: TIEMPO. En todo el país protestan por alimentos, medicinas, gas y para de contar ¡El pueblo se cansa, pero de sus mentiras!”, agregó a través de la misma red social.
La noche de este viernes, al término de la segunda reunión de diálogo formal entre el Gobierno y la oposición, el presidente dominicano, Danilo Medina, que auspicia estas conversaciones, dijo que el encuentro concluyó con “avances notables”, y que se había acordado una nueva reunión para el próximo enero.
A estas reuniones asisten los partidos con más diputados de la oposición venezolana, con la esperanza de lograr garantías electorales con vistas a los comicios presidenciales previstos para 2018.
También solicitan la apertura de un canal humanitario que permita el envío de medicinas y alimentos, un cambio en la composición del Consejo Electoral, la liberación de los encarcelados que consideran “presos políticos” y la restitución de unos poderes constitucionales de los que fue despojado el Parlamento.
Por su parte, el chavismo pide el levantamiento de las sanciones económicas que pesan sobre algunos de sus funcionarios y el reconocimiento de la Asamblea Constituyente, un órgano plenipotenciario integrado solo por oficialistas y no reconocido por numerosos gobiernos.
Las conversaciones cuentan con la participación de representantes de los países acompañantes del proceso: Chile y México como observadores del diálogo a instancias de la oposición; Bolivia, Nicaragua y San Vicente y Granadinas, invitados por el Gobierno de Nicolás Maduro.