SANTIAGO, Chile (AP) — La abstención se impuso en las elecciones municipales del domingo, en las que el gobierno fue derrotado por la centroizquierda en importantes y simbólicas comunas, entre ellas Santiago Centro, Providencia y Ñuñoa, la cual pasó a manos de Maya Fernández, nieta del ex presidente Salvador Allende.
Los resultados abrieron de inmediato el apetito de la centroizquierda por recuperar el poder, que mantuvo por dos décadas, en las elecciones presidenciales del 17 de noviembre del próximo año.
Los comicios del domingo, en los que fueron elegidos 345 alcaldes y 2.224 concejales, tuvieron características inéditas: debutó el sufragio voluntario y el padrón electoral creció de 8,1 a 13,4 millones de personas.
Con el 58% de los votos contabilizados, los dos partidos oficialistas obtuvieron el 37% de las preferencias. La oposición, que se presentó dividida en dos pactos, uno de ellos con el Partido Comunista, sumaba el 43% de los sufragios.
La oposición recuperó simbólicas comunas, como Santiago, la acomodada Providencia y Concepción, y subía sus ediles de 151 a 170, mientras que el oficialismo bajaba de 144 a 118. La tendencia en los conteos seguía favoreciendo a la izquierda.
El vocero oficial, ministro Andrés Chadwick, dijo que “como gobierno y coalición que apoya al gobierno nos habría gustado obtener un mejor resultado electoral”.
“Sabremos escuchar la decisión de la ciudadanía y respetarla con humildad. Nos hubiese gustado un mejor resultado, pero al mismo tiempo queremos escuchar lo que eso significa”, añadió.
“No hay dudas que esta no ha sido una buena elección para la centroderecha”, opinó el ministro de Defensa, Andrés Allamand, uno de los precandidatos para las elecciones presidenciales del 17 de noviembre del próximo año.
Viña del Mar, Valparaíso, La Florida, Las Condes y San Bernardo, cinco de las 10 comunas más grandes del país, siguieron en manos de la coalición oficialista, que perdió igual número de comunas a manos de la centroizquierda.