Perdió por la arrogancia, la división, la corrupción, los funcionarios engreídos, por las botellas, entre otras velas aromáticas.
El PLD perdió porque Euclides Gutiérrez Félix cree que heredó la Superintendencia de Seguros y se cree que es su patrimonio.
El PLD perdió por la diáspora dominicana que salió huyendo de su país en busca de un mejor futuro que aquí no pudieron tener.
El PLD perdió porque no le hizo caso a las denuncias de actos de corrupción que hacia la clase media.
El PLD perdió porque en medio de la pandemia un presidente constitucional se hizo a un lado y los planes del gobierno lo cedió a su candidato a la presidencia.
El PLD perdió por el atropello, y la competencia desleal de algunos de los miembros del PLD con la clase empresarial.
El PLD perdió por permitir hacer negocios oscuros aumentando el precio de los insumos y medicamentos para el combate del coronavirus.
El PLD perdió por la cuadruplicación en la nómina y las botellas que hay en la Cancillería.
El PLD perdió porque subestimó una alianza con el desprendimiento del PLD la cual llamó «alianza de macos y cacatas», y hoy el PRM domina la mayoría en el Senado y en los Ayuntamientos.
El PLD perdió porque la clase obrera y la clase media se cansaron del viejo modelo agotado y se unieron para que el cambio se diera en primera vuelta.
El PLD perdió y por eso quieren ahora vengar su derrota con los dominicanos, con la clase que ha sido más sacrificada desde que empezó a gobernar ese partido.
Una muestra de su venganza es la estructura del toque de queda, que tiene a clase trabajadora inmersa en un desasosiego diario, ya que salen de sus trabajos a las 5 de la tarde, y muchos por los atascos que se originan en las principales avenidas de Santo Domingo a esa hora, no pueden llegar a tiempo a sus hogares y muchas de esas personas que no tienen la culpa de que por ciudadanos inconscientes que se aglomeraban en los barrios hayan de nuevo establecido el toque de queda que les impide llegar sin prisa a sus casas.
Lo insólito de todo esto es que el Presidente Danilo Medina no le haya dejado claro a los empleadores, que las labores deben concluir a las 4 de la tarde, para que el pueblo, que tiene la carga más pesada y que diariamente se expone al salir de su casa y tomar transporte público para cumplir con su trabajo, le pueda rendir el tiempo de llegar a su vivienda sin ningún miedo de que serán apresados por encontrarse en la calle al momento del inicio del toque de queda.
Es un total abuso también que el pasado viernes le hayan prohibido la entrada al Metro a cientos de personas que se dirigían a sus hogares luego de su jornada de trabajo, pese a que llegaron al lugar en el momento donde aún faltaban bastas horas para que iniciara el toque de queda y aún así les cerraron las puertas y debido al poco flujo vehicular no sabían cómo retornarían a sus casas.
Es bueno que sepa señor presidente, que los empleados no tienen la culpa del proceso electoral pasado donde su partido sufrió una aplastante derrota.
Haga que el pueblo lo recuerde como un «hombre que le cambió la vida a los dominicanos» como dijo quería ser recordado durante su campaña en 2012.
Por tal razón deje de traumatizar la vida del pueblo en las postrimerías de su final.
Anderson Rodríguez, politólogo.
