Unas 245 personas están desaparecidas, posiblemente muertas tras dos naufragios de embarcaciones de traficantes en el Mediterráneo.
Una de las agencias colaboradoras de ACNUR, la International Medical Corps, informó de un naufragio el domingo ante la costa Libia, en el que desaparecieron 163 personas. Una mujer y seis hombres fueron rescatados por los guardacostas libios, indicó la agencia de la ONU.
Otras 82 personas estaban desaparecidas y se temía que hubieran muerto tras hundirse una lancha de goma en la que viajaban 132 personas, después de varias horas de travesía. Unos 50 sobrevivientes fueron rescatados y trasladados a Pozzallo, Sicilia.
A medida que sube la temperatura y mejoran las condiciones en el mar, aumenta el número de botes que zarpan desde Libia, según la ONU. Muchos de los que se lanzan a la travesía de Libia y Italia son migrantes africanos que tratan de huir de la persecución política o buscan mejores oportunidades económicas en Europa.
En total, ACNUR estima que más de 1.300 personas han desaparecido y se cree que murieron cruzando el Mediterráneo en la ruta desde el norte de África a Italia este año. Alrededor de 43.000 migrantes y solicitantes de asilo han llegado a Italia.
La Organización Internacional de Migración, la agencia de la ONU que vigila las migraciones, dijo por otra parte que más de 190 migrantes perdieron la vida en dos naufragios. Calcula que unas 80 personas murieron al hundirse la lancha de goma frente a Italia y al menos 113 en el naufragio frente a la costa cerca de Az Zawiyah, Libia.
La oficina de Roma de la OIM informó de operativos para rescatar a 6.612 personas rescatada de una docena de lugares frente a Italia desde el viernes. El vocero de la OIM, Joel Millman, dijo que la mejoría del clima está provocando la oleada de migraciones típica del verano boreal.
“Hay una demanda atrasada”, dijo Millman. “El verano tiende a ser muy, muy ajetreado al mejorar las condiciones en el mar”.
Por otro lado, las autoridades españolas señalaron que unos 300 migrantes habían tratado de cruzar el martes la valla fronteriza que separa el enclave español norteafricano de Melilla de Marruecos, muchos de ellos arrojando piedras y otros objetos a la policía.
Las policías de España y Marruecos impidieron el paso a la mayoría, pero unos 100 lograron entrar en la ciudad saltando la valla de seis metros de alto, explicó la delegación del gobierno español en Melilla.
Tres agentes y tres migrantes resultaron heridos en los incidentes del martes. Uno de los policías se lesionó en la mano con uno de los ganchos usados por los inmigrantes para escalar la valla.
Cada año, miles de inmigrantes de países subsaharianos intentan entrar en España a través de sus dos enclaves en el norte de África _ las ciudades de Ceuta y Melilla.
Los que logran superar la valla ingresan en centros de acogida temporal para inmigrantes. Después son repatriados o quedan en libertad.