Santo Domingo,- El ingeniero Olgo Fernández admitió que tanto la construcción de la presa de Monte Grande como la edificación de las viviendas destinadas a las personas que fueron desalojados de las áreas de influencia de la obra, han sufrido un considerable retraso debido a la pandemia del coronavirus.
“Yo entiendo que la obra va a comenzar a recuperar de nuevo su ritmo de trabajo, porque en ese tiempo después de marzo, aunque no hemos paralizado de manera total los trabajo, pero de mil 800 obreros que estaban incidiendo en la obra, más el parque vehicular, bajamos a una cantidad que oscila entre 250 y 300 personas”, explicó el director del Indrhi.
Agregó que solo se quedaron algunos equipos pesados en determinadas áreas como es la Pantalla Plástica, la obra de Núcleo Asfaltico y el Vertedero de Emergencia.
Fernández dijo que la gran cantidad de obreros que estaba trabajando en las áreas fuertes tuvo que ser despachado a su casa, pero ya se le ha dado las instrucciones a la empresa constructora para que vaya incrementando de manera gradual el número de trabajadores.
“El país y la sociedad tiene que entender que ya la obra no depende del gobierno, no depende del Indrhi, depende de la naturaleza y como esta pandemia permita que se puedan incrementar volúmenes de trabajo y que la obra pueda avanzar”.
Dijo que Monte Grande es una obra que en la medida en que va avanzando, va requiriendo más personal y si no se está en condiciones de poder contratar trabajadores, sin arriesgarlos a ser contagiados por la pandemia, entonces hay que ir con lo que el proceso de salud permita.
“Si lo que se permite es que trabajen en la obra son 200 hombres, pues con 200 hay que manejarse aunque duremos diez o 12 meses más, porque una vida vale más que la obra, entonces no podemos poner en riesgo la vida de los obreros, ni la vida de los técnicos, porque estamos condenándolos a la muerte”, aclaró el funcionario.