La empresa brasileña Odebrecht pidió el martes disculpas a Ecuador por la entrega de millonarios sobornos a funcionarios públicos casi un año y medio después de que se desatara el gigantesco escándalo de corrupción.
En diciembre de 2016 la compañía reconoció haber entregado unos 33,5 millones de dólares a autoridades ecuatorianas a cambio de la obtención de obras públicas, aunque la Procuraduría más tarde señaló que los sobornos superaron los 50 millones de dólares.
En un comunicado Odebrecht admitió que se trató de un “grave error del cual se arrepiente profundamente y agradece la oportunidad de seguir colaborando con las autoridades de justicia en la lucha contra la corrupción”.
En el caso están involucrados el ex vicepresidente Jorge Glas, separado de su cargo y en prisión; el ex contralor Carlos Pólit, prófugo en Estados Unidos, varios exministros y otras altas autoridades, principalmente del sector de los hidrocarburos.
La compañía añadió que separó de sus operaciones en Ecuador a todas las personas que incurrieron en actos ilícitos, quienes en la actualidad se encuentran colaborando con la justicia de diversos países.