SANTIAGO.-Al igual que como ocurre en otras ciudades en crecimiento en Santiago, las ocupaciones de áreas públicas, en zona urbana se ha convertido en un negocio lucrativo, para sus ocupantes, una acción cuyo control parece escapar a las autoridades.
Después de haber ocupado los laterales de las cañadas y arroyos, incrementando la contaminación con dichos asentamientos, esta práctica se hace la vista de todo en zonas urbanas, como ha ocurrido en tramos de las avenidas Estrella Sadhalá y Circunvalación Sur.
Aunque en principio el objetivo es utilizar dicho espacio para viviendas, con el paso del tiempo en estas áreas se levantan prósperos negocios que van desde, colmado, barberías, salones de belleza, cafeterías, talleres de mecánicas, lavaderos y otras actividades económicas lucrativas.
Es el caso de lo que ha ocurrido en el denominado sector Los Guandules, en la avenida Salvador Estrella Sadhalá, frente a la Villa Olímpica, donde la mayoría de las casitas iniciales han sido convertidas en lujosos edificios, donde se alojan negocios de toda índole.
Además de los pequeños negocios en esta área funcionan establecimientos de ventas de repuestos y acondicionadores de vehículos, bancas de loterías, ventas de bebidas alcohólicas, entre otras empresas.
Una situación similar se da con el conglomerado levantado por los residentes en el desaparecido Nueva York Chiquito, en la ribera del río Yaque del Norte, en la avenida Circunvalación Sur, frente al sector Nibaje.
Además de las casitas donde residen “los que no tienen casa”, de forma paulatina, se han instalando negocios de alineación y balanceo, talleres de mecánica, entre otros, porque los ocupantes se consideran dueños de un área que se consideraba verdes.
Ese relajo que se incrementa en tiempo de campaña política, porque el interés particular se pone por encima del colectivo, es hora de ponerle costo, porque además de dañar la imagen visual y el medio ambiente, reduce las áreas de esparcimiento de la ciudad.
Todas las cañadas de Santiago están contaminadas por las descargas de desechos sólidos y sanitarios de quienes de forma irregular han ocupado esas riberas, sin que ninguna autoridad haya podido ponerle costos a esa situación.
La práctica de ocupar áreas verdes y otros terrenos pertenecientes al Estado se ha convertido en una práctica no sólo en la parte urbana, sino que en partes zub-urbanas se han levantado poblados entero de personas que se apoderan de los predios sin que las autoridades pongan freno a esa situación, lo que se espera pueda frenarse tras el castigo que se impuso el nuevo Código Procesal Penal.
En el caso particular de de Santiago, específicamente en Cienfuegos, decenas de barrios se han levantado en terrenos ocupados de manera irregular, cuyos predios con el paso del tiempo alcanzan un gran valor económico.