CIUDAD DE GUATEMALA (Reuters) – Un fuerte seísmo en Guatemala mató el miércoles a ocho personas, dejando a su paso varios heridos y decenas de desaparecidos, principalmente debido al derrumbe de viviendas en el norte del país, que declaró el estado de emergencia tras sufrir su peor temblor en más de 35 años.
El epicentro del seísmo, de magnitud 7,4, se registró en el mar, 24 kilómetros al suroeste del pueblo portuario de Champerico, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés).
“En este momento se declara alerta roja en todo el territorio nacional”, dijo el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, anunciando la suspensión de actividades públicas en la nación centroamericana.
Más tarde, el coordinador de los bomberos municipales, Cecilio Chacaj, dijo que la cifra de fallecidos había subido a 18, todos atrapados bajo tierra tras el derrumbe de sus casas en distintos pueblos de los departamentos de San Marcos y Quetzaltenango, cercanos a la frontera con México.
También se registraron heridos a consecuencia de deslaves sobre carreteras y caminos rodeados de montañas.
El terremoto del miércoles fue el peor que sufre Guatemala desde 1976, cuando cerca de 20.000 personas murieron en un movimiento de magnitud 7.5.
En la capital se desalojaron viviendas y edificios oficiales.
“Fue grandísimo. Me sentí bien mareada”, dijo Vanessa Castillo, una secretaria de 38 años que había sido evacuada del edificio de 10 pisos donde trabaja, junto con otras personas.
El fuerte seísmo se sintió también en el vecino El Salvador y hasta en la populosa capital de México, donde hubo evacuaciones de edificios pero no se registraron daños.
En El Salvador, muchos vecinos dejaron sus viviendas y lugares de trabajo y salieron a las calles, pero no se informó de daños graves ni víctimas.
En la populosa Ciudad de México algunos edificios fueron evacuados y se suspendieron actividades, pero no hubo noticias inmediatas de daños. Los servicios como el metro y la energía eléctrica funcionaban con normalidad.