El obispo de la diócesis de La Altagracia, Nicanor Peña Rodríguez, reiteró la oposición de la iglesia al aborto, en el marco de una homilía que pronunció con motivo del Día de la Virgen de la Altagracia, en presencia del presidente Danilo Medina.
Ante miles de feligreses que se congregaron en la basílica, el prelado aprovechó para reiterar el compromiso con los pobres y oprimidos, con aquellos que se encuentran en situaciones vulnerables y con el evangelio de la vida.
Indicó que en su lucha “en favor de la vida y la familia, no está sustentada en una determinada ideología o bandera política, sino en la fuente de la revelación divina que se expresa categóricamente en el quinto mandamiento de la ley de Dios: no matar”.
Subrayó que una nación que no protege el derecho de los no nacidos es “una nación con un futuro sombrío, porque la ley natural es en sí misma irrevocable y la paz pública, depende en gran manera del respeto al derecho inalienable de la vida”.
“Estamos en una crisis que afecta la dignidad humana y sus derechos entre una cultura de muerte y una cultura de la vida, por lo que entienden que la vida humana es sagrada y solo el Supremo es desde el principio hasta al fin”, agregó.
El religioso indicó que nadie puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente, lo cual se inspira en los principios fundamentales de la iglesia, documentos magisteriales, praxis pastoral y los discursos de postmodernidad enarbolados por la iglesia y proclamados ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), respecto al aborto, la eutanasia y la pena de muerte.
El obispo de la diócesis de la Altagracia, quien después de la misa compartió un almuerzo en el obispado, enfatizó que la Constitución consagra, en su artículo 37, que “el derecho a la vida es inviolable, desde su concepción hasta la muerte”.
“La familia y la sociedad deben ser garantes de la mujer que entra en el proceso de ejercicio de la maternidad, el don más preciado do para que la Virgen una mujer, por lo que no se puede ceder ante ninguna ideología o jurisprudencia que atente directa o indirectamente contra el don de la vida, la soberanía nacional o la integridad de la familia”, dijo el obispo Nicanor Peña.
BUSCAR LA VERDAD
El obispo abogó para que la Virgen de la Altagracia cubra con su manto y ayude a seguir adelante en la búsqueda de la vedad, el amor, la justicia, la paz y guíe a todo el pueblo dominicano por el camino correcto.
Durante la misa en la basílica, repleta de público, estuvieron presentes altos funcionarios del gobierno, legisladores, empresarios y miembros del patronado de ayuda al templo, entre ellos, de la Presidencia, Gustavo Montalvo; de Obras Públicas, Gonzalo Castillo; de Interior y Policía, Carlos Amarante Baret; el ministro de Defensa, Rubén Paulino Sem, y Alejandrina German, ministra de Educación Superior.
En la primera fila estuvieron el senador Amable Aristy y su hija, la alcaldesa Karina Aristy; el procurador de la Corte, Lucas Pérez; Frank y Haydée de Rainieri; los gobernadores Ramón Gu¨ílamo, de La Altagracia; Gerardo Casanova, de El Seibo; Teodoro Ursino Reyes, de La Romana; Leo Matos García y Francisco Micheli, del Central Romana Corporation, y el director general de la Policía Nacional, mayor general Nelson Peguero Paredes.
Ambiente
Previo a la misa, el batallón especializado rindió los honores de rigor con 21 cañonazos a la entrada de la basílica, mientras que el jefe de Estado, acompañado de su esposa, la primera dama Cándida Montilla de Medina, saludaba a su paso a los feligreses que se congregaron en el templo.