El nuevo presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), monseñor Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, pidió ayer a los fieles denunciar a los sacerdotes involucrados en casos de abusos contra menores, tras que la iglesia católica mantiene cero tolerancia a la pedofilia.
Advirtió que serán sometidos a la justicia todos los que se determine hayan incurrido en algún tipo de violación.
“Cualquier fiel que conozca y de verdad tengan fundamento, que se acerquen a las autoridades eclesiásticas, y pongan al tanto de lo que está pasando, para que la autoridad actúe”, precisó.
Admitió que los casos de pedofilia afectan la imagen de la iglesia católica, porque muchas veces la gente pierde un poco la credibilidad; pero aseguró que “eso no va a derrumbarla”.
El obispo dijo que siempre hay que pedir perdón cuando hay ofensa, y “la iglesia dominicana ha manifestado en varias ocasiones ese perdón, con lo que respecta a la pedofilia, y a los problemas con menores, en eso estamos claros, seguimos la misma trayectoria que está siguiendo el Santo Padre”.
De igual modo, hizo un llamado a los padres para que tomen las riendas de sus casas, y tengan control de sus hijos, ya que muchos de los crímenes y violaciones de los derechos de los demás vienen en gran parte de miembros de familias no constituidas.
“Los llamo a tomar en serio la responsabilidad de tener el control y educar a su familia”, enfatizó, al tiempo de ratificar la preocupación de la iglesia por los casos de violencia y criminalidad que afectan el país.
El obispo también sostuvo que la iglesia católica ha ido cambiando, al igual que los tiempos, “ha tratado de irse adaptando a las circunstancias y a los tiempos en las cosas que se pueden cambiar”.
“Nosotros tenemos en el Papa un modelo que imitar, su sencillez, su comunicación sencilla hacia la gente, hacia todos, hacia el pobre, el desamparado, yo creo que el obispo, el sacerdote tiene que ser una persona abierta a entrar con comunicación con el diálogo con la gente que más necesita de uno”.
Nuevas funciones
Para el obispo de la Diócesis de Higüey es una gran responsabilidad ocupar la presidencia de la CED, tal y como dice el refrán de que “los cargos son cargas”. No obstante, prometió impulsar el Plan Nacional de Pastoral, así como de la Gran Misión Continental.