El presidente de EEUU, Barack Obama, condenó hoy la “tremenda tragedia” de Dallas (Texas), donde este jueves murieron 5 policías y otros 6 resultaron heridos por disparos de francotiradores durante una manifestación en protesta por la violencia policial, y prometió que “se hará justicia”.
Varios francotiradores abrieron fuego contra los agentes de policía en el corazón de Dallas el jueves por la noche, matando a cinco policías e hiriendo a seis durante una protesta por la muerte de dos hombres negros baleados esta semana por la policía.
Obama había dicho antes que no hay una contradicción entre apoyar a las fuerzas de seguridad y asegurarse de que se erradica la discriminación en el sistema de justicia.
Uno de los atacantes fue rodeado por la policía y murió durante la noche. No está claro si fue por disparos policiales o porque se suicidó. Otras tres personas han sido detenidas, pero en ninguno de los casos se conoce su identidad ni detalles sobre su posible pertenencia a grupos radicales.