Por Matt Spetalnick
WASHINGTON (Reuters) – El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió el martes que hará un nuevo esfuerzo por cerrar el campo de prisioneros de Guantánamo, donde unos 100 detenidos hacen huelga de hambre, diciendo que dañaba los intereses del país mantener a personas en el lugar en un limbo legal.
Grupos de derechos humanos han criticado al centro de detención, creado 12 años atrás para sospechosos de terrorismo de origen extranjero, y su preocupación aumentó en las últimas semanas. Algunos de los prisioneros en huelga de hambre están siendo alimentados a la fuerza en la instalación de la Base Naval estadounidense en Cuba.
Obama, quien prometió cerrar el centro durante su campaña para el primer mandato y cuando asumió en el 2009, dijo que volvería a trabajar con legisladores para hallar una manera para clausurar la instalación y cumplir con esa promesa.
El centro tiene actualmente 166 detenidos.
Sin embargo, no ofreció un nuevo camino para superar los obstáculos políticos, legales y en el Congreso que bloquearon sus esfuerzos previos para cerrar Guantánamo, donde muchos de los prisioneros han estado detenidos por más de una década sin cargos ni juicios.
“No es sostenible, quiero decir, la idea de que vamos a continuar manteniendo a más de 100 individuos en tierra de nadie a perpetuidad”, dijo Obama en una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
Guantánamo ha captado la atención nuevamente debido a una huelga de hambre. Algunos de los prisioneros han brindado angustiosas declaraciones sobre la alimentación a la fuerza.
Obama defendió la decisión de alimentar a los prisioneros a la fuerza diciendo “no quiero que esos individuos mueran”.
El presidente enumeró las razones por las cuales el centro de detención debería cerrar.
“Guantánamo no es necesario para mantener seguro a Estados Unidos”, dijo Obama.
“Es caro. Es ineficiente. Nos daña, en términos de nuestra posición internacional. Debilita la cooperación con nuestros aliados en los esfuerzos de contraterrorismo. Es un arma de reclutamiento para terroristas. Debe cerrarse”, afirmó.
Obama dijo que había pedido a sus asesores que revieran cada opción a su disposición, prometiendo “Voy a volver a esto”.
Obama señaló al Congreso por evitar que sus esfuerzos previos no tuvieran éxito y dijo que necesitará la ayuda de los legisladores esta vez. Pero reconoció que será una dura lucha.
La prisión fue abierta por el predecesor de Obama, el republicano George W. Bush, para albergar a sospechosos extranjeros de haber perpetrado actos terroristas luego de los ataques del 11 de septiembre del 2001 contra Estados Unidos.
El lunes, el Ejército de Estados Unidos informó que 100 prisioneros están en huelga de hambre y que se alimentaba por la fuerza a 21. Cinco de ellos han estado hospitalizados pero su vida no corre peligro, dijo un portavoz del centro de detención.