La Administración del presidente Barack Obama no buscará amparo en el Tribunal Supremo de EE.UU. para ejecutar las medidas migratorias destinadas a regularizar a cinco millones de indocumentados que anunció hace seis meses y cuya aplicación la Justicia suspendió de manera temporal.
El Departamento de Justicia informó en un comunicado de que, en vez de acudir al alto tribunal, el Gobierno se concentrará en luchar por el alivio migratorio en una audiencia programada para el 6 de julio en la Corte de Apelaciones de Nueva Orleans (Luisiana), en la que todos los jueces del tribunal tiene previsto estudiar el caso.
Con dos votos a favor y uno en contra, tres magistrados de esa Corte de Apelaciones decidieron este martes desestimar un recurso de urgencia del Gobierno y mantener la suspensión de las medidas, que dictó en febrero el juez federal de Texas Andrew Hanen a petición de 26 estados, en su mayoría republicanos y liderados por Texas.
“Aunque el Departamento continúa en desacuerdo con la negativa del Quinto Circuito a levantar la suspensión, el Departamento ha decido que no buscará amparo en la Corte Suprema”, anunció en el comunicado el portavoz del Departamento de Justicia, Patrick Rodenbush.
No obstante, el Departamento de Justicia, que ejerce en el proceso el papel de la Fiscalía, se ha comprometido a tomar “lo antes posible” las medidas necesarias para lograr el fin del litigio legal y poner en práctica un sistema migratorio en el que la prioridad para la deportación de indocumentados sean los delincuentes y no las familias.
“El Departamento cree que la mejor manera de lograr este objetivo es centrarse en la apelación en curso”, destacó Rodenbush con la vista puesta en la audiencia del próximo 6 de julio y la decisión que deben de tomar todos los jueces de la corte de Nueva Orleans, considerada una de las más conservadoras del país.
Organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes, como La Raza, hicieron referencia a esta audiencia el martes tras conocer la decisión de esta corte de apelaciones de mantener la suspensión de las acciones ejecutivas que dictó Obama en noviembre y que desataron la alegría de millones de indocumentados del país.
El veredicto de la corte para mantener las medidas en el limbo es “un revés, pero no es el final de una largo y arduo camino”, destacó La Raza este martes en un comunicado.
La interposición del Gobierno de EE.UU. de un recurso ante el Tribunal Supremo podría haber favorecido a Obama, dado que el máximo tribunal de Estados Unidos emitió un fallo en 2012 que respaldó la discrecionalidad del Gobierno federal en la aplicación de las leyes de inmigración.