WASHINGTON.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo ayer que es necesaria una respuesta “mucho más agresiva” a los casos de ébola en su país y alertó de que la enfermedad podría expandirse a nivel global si el mundo no responde a la “brutal epidemia en África Occidental”.
En declaraciones a periodistas tras reunirse con su gabinete, Obama confirmó que su Gobierno creará equipos de élite que se presentarán en cualquier hospital del país donde se confirme un caso de ébola para tomar las riendas de la situación, como adelantaron el martes los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
“He dado órdenes al CDC para asegurar que tan pronto como alguien esté diagnosticado, queremos que un equipo de respuesta rápida, básicamente un equipo de operaciones especiales (SWAT, en inglés), esté sobre el terreno lo más rápido posible, idealmente en 24 horas”, dijo Obama.
Ese equipo -explicó- se encargará de “guiar al hospital paso a paso respecto a lo que tiene que hacerse”, para asegurar “que todos los protocolos se están siguiendo apropiadamente” y que se ejerce el máximo cuidado a la hora de “deshacerse del equipo de protección”.
El mandatario aseguró que su Administración “se va a asegurar de que no se repite” lo ocurrido en Dallas (Texas), donde dos enfermeras se han contagiado después de fallecer el primer paciente diagnosticado con ébola fuera de África Occidental, Thomas Eric Duncan.
“Inicialmente, vamos a supervisar de forma mucho más agresiva exactamente qué está ocurriendo en Dallas, y también nos aseguraremos de que las lecciones aprendidas allí se transmiten a los hospitales y clínicas en todo el país”, señaló.
Aseguró que las autoridades sanitarias están “revisando cada paso de qué ocurrió desde que el señor Duncan fue trasladado a Dallas para entender todo lo que pasó”, y qué falló para que se contagiaran otras dos personas.
Obama advirtió, además, de que “no puede perderse de vista la respuesta internacional, porque si el ébola se descontrola” en África Occidental, “se expandirá a nivel global”.
Ante el creciente miedo al contagio en Estados Unidos, Obama quiso llamar a la calma al recordar que el ébola “no es una enfermedad que se transmita por el aire”, y que el contagio solo es posible cuando el paciente muestra síntomas.
El presidente incluso mencionó su experiencia personal “como ejemplo”.
“Yo mismo estreché las manos, abracé y besé no a doctores, pero sí a enfermeras del hospital de Emory (en Atlanta, donde se trató a dos enfermos de ébola). Ellos siguieron los protocolos y me sentí perfectamente seguro haciéndolo”, afirmó el mandatario.