“No estoy interesado en repetir los errores por culpa de malas informaciones. Pero puedo decir con total seguridad: se han usado armas químicas”, dijo Obama en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt.
Obama aseguró que nadie cuestiona que hubo un ataque con armas químicas y remitió a informes de inteligencia estadounidense basados en la interceptación de comunicaciones y otras “evidencias”, añadiendo que la oposición siria “no tiene capacidad” para un ataque así.
La investigación realizada por inspectores de la ONU, cuyo resultado se sabrá en unas semanas, no permitirá conocer qué parte está detrás del ataque, porque esa cuestión está fuera de sus parámetros, sostuvo el presidente estadounidense.
Si la comunidad internacional no actúa, su credibilidad quedará en evidencia, señaló Obama, quien apeló al “consenso abrumador” que existe en el mundo contra el uso de armas químicas.
“No es mi credibilidad la que está en evidencia, es la de la comunidad internacional y la del Congreso”, afirmó Obama, para quien el mundo no puede permanecer “en silencio”, pues se cuestionarían las normas internacionales y se podrían repetir ataques similares, lo que a la larga haría que el planeta fuera “menos seguro”.
Ese argumento fue el que usó para mostrarse confiado en que el Congreso estadounidense aprobará su plan de ataque a Siria.
No tan confiado está en que Rusia cambie de opinión, y recordó la “larga relación” de Moscú con el régimen de Bachar al Asad, su desconfianza ante la oposición y su “preocupación” por la integridad territorial de Siria para explicar su rechazo a una acción militar.