CHICAGO. El expresidente Barack Obama lamentó este martes la falta de liderazgo de Estados Unidos en la lucha contra el cambio climático y, sin mencionar a su sucesor Donald Trump, que desmanteló sus políticas ambientalistas, dijo que el país se encuentra “en una posición difícil de defender”.
“Estamos en un momento inusual, donde los Estados Unidos es la única nación en la tierra que no pertenece al Acuerdo de París”, expresó Obama durante una cumbre de 51 alcaldes de Estados Unidos, Canadá, México y Francia, que se desarrolla en Chicago.
“Pero la buena noticia es que el Acuerdo de París no iba a solucionar solo la crisis climática, y ahora están ustedes”, manifestó sobre el encuentro en el que se firmaron hoy una serie de compromisos para cumplir con las metas mundiales de control de los gases contaminantes.
Los alcaldes que participaron en la reunión de dos días convocada por esta ciudad se oponen a la decisión de Trump de abandonar el compromiso firmado por 195 países para controlar la contaminación provocada por gases tóxicos.
Vestido de manera casual, Obama fue presentado por el alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, quien fue su primer jefe de gabinete en la Casa Blanca y ahora lo invitó a hablar unos 15 minutos fuera de agenda.
“Estaba en el vecindario y decidí colarme en esta fiesta”, dijo Obama, quien fue aplaudido y vitoreado varias veces cuando habló de algunos logros de su gobierno en la protección del medio ambiente.
Sin nombrar a su sucesor, Obama dijo que era importante “mantener nuestra palabra” en los escenarios internacionales, porque Estados Unidos asumió compromisos y un liderazgo mundial en el combate de un problema que “crece más rápido que nuestros esfuerzos para controlarlo”.
Según el expresidente, a falta de liderazgo gubernamental han surgido las ciudades, estados, empresas, universidades y organizaciones sin fines de lucro como “la nueva cara” de la lucha estadounidense para combatir el calentamiento global.
Trump decidió la salida del Acuerdo de París, considerado el logro ambiental más importante por su alcance global y sus objetivos a largo plazo, con el argumento de que era desventajoso para el país.
Horas antes de la intervención de Obama, durante la firma de la Carta del Clima de Chicago, el alcalde Emanuel dijo que “en lugar de enterrar nuestras cabezas en la arena, hemos trabajado con ciudades del país y del mundo para encarar la amenaza del cambio climático”.
Según informó, esta carta, que sería la primera de su tipo en el mundo, representa a decenas de millones de personas que están comprometidas con mantener la lucha contra el llamado efecto invernadero.
“Aunque Washington deje de actuar, las ciudades tienen el poder y tomarán medidas decisivas para proteger a nuestro planeta y la salud y seguridad de sus residentes”, agregó el alcalde de Chicago.
Entre otras medidas, los alcaldes firmantes se comprometen a reducir las emisiones de carbono en línea con el Acuerdo de París, y a cuantificar, hacer un seguimiento y publicitar las emisiones de las ciudades.
Asimismo, abogar por una mayor autoridad local y flexibilidad para desarrollar leyes que empoderen a las ciudades para tomar medidas agresivas sobre el clima.
Otras medidas se refieren a la incorporación de la realidad del cambio climático y su impacto en la infraestructura local y planificación de emergencias, y el apoyo a iniciativas privadas que incentiven la transición hacia una nueva economía relacionada con el clima.
“Las ciudades están involucradas y listas para tomar medidas decisivas”, señala un comunicado de la cumbre.
También agrega que muchos líderes “asumirán compromisos individuales y específicos para combatir el cambio climático”.
Entre estos compromisos está invertir en sistemas de transporte público que reduzcan el impacto ambiental, acelerar un acceso económico a fuentes renovables de energía y reducir la contaminación que producen los edificios e infraestructuras públicas y privadas existentes.
En la conferencia de dos días participaron la alcaldesa de París (Francia), Anne Hidalgo, junto a los alcaldes Miguel Ángel Mancera y Enrique Alfaro Ramírez, de las ciudades de México y Guadalajara, respectivamente; los canadienses Valérie Plante, de Montreal, y Gregor Robertson, de Vancouver, más otros 50 integrantes del Global Covenant of Mayors (Pacto Global de Alcaldes).
“Esta cumbre envía un mensaje a los líderes de todo el mundo, de que las ciudades están tomando medidas rápidas para reducir el efecto invernadero”, declaró en el comunicado la vicepresidenta del pacto, Christiana Figueres.
Después del anuncio de Trump sobre la retirada de EE.UU. del acuerdo, en ciudades de todo el país y del mundo surgieron iniciativas para mantener y redoblar el apoyo.
Una de ellas es America’s Pledge, encabezada por el exalcalde de Nueva York, Michael R. Bloomberg, quien declaró hoy que la Carta de Chicago era “un gran ejemplo” de como las ciudades pueden trabajar juntas, “alentándose entre sí, y apuntando alto para combatir el cambio climático”.
“Con o sin la participación de Washington, vamos a seguir avanzando hacia las metas de París”, agregó Bloomberg, copresidente de America’s Pledge junto al gobernador de California, Jerry Brown.
Después de China, EE.UU. es el mayor emisor de gases de efecto invernadero en el mundo.