Washington, 12 sep (EFE).- El presidente estadounidense, Barack Obama, confirmó hoy la muerte del embajador de EE.UU. en Libia, Chris Stevens, y de otros tres norteamericanos en el ataque contra el consulado de su país en Bengasi. “Condeno enérgicamente el atroz ataque a nuestras instalaciones diplomáticas en Bengasi, que ha arrebatado las vidas de cuatro estadounidenses, incluido el embajador Chris Stevens”, afirma Obama en una declaración distribuida por la Casa Blanca.
“En estos momentos los estadounidenses tenemos en nuestras oraciones a las familias de quienes hemos perdido”, añade Obama. “Ellos ejemplifican el compromiso de Estados Unidos con la libertad, la justicia y la colaboración con países y pueblos en todo el mundo, que contrastan con quienes cruelmente tomaron sus vidas”.
El presidente agrega que se han tomado medidas para la protección del personal estadounidense en Libia y “para aumentar la vigilancia en nuestros puestos diplomáticos en todo el mundo”.
“Estados Unidos rechaza los esfuerzos para denigrar las creencias religiosas de otros, pero todos debemos oponernos, sin equívocos, al tipo de violencia insensata que quitó la vida a estos empleados públicos”, continúa.
El ataque contra el consulado en Bengasi se produjo tras una protesta frente a la sede del consulado por un vídeo realizado en EE.UU. y que supuestamente ofendía a Mahoma.
Obama describe al embajador Stevens como “un representante valiente y ejemplar de Estados Unidos”.
Recuerda que, durante la revolución libia, “sirvió desinteresadamente a nuestro país y al pueblo libio en nuestra misión en Bengasi” y que, como embajador en Trípoli “apoyó la transición de Libia a la democracia”.
“Estoy profundamente agradecido por su servicio a mi Administración y sumamente entristecido por esta pérdida”, añade la declaración del presidente estadounidense.
“Los valientes americanos que hemos perdido representan el extraordinario servicio y sacrificios que nuestros civiles hacen cada día en todo el mundo”, según Obama.
“Mientras permanecemos unidos a sus familias, redoblemos nuestros esfuerzos por continuar su trabajo”, concluye el presidente.
Por su parte, en otro comunicado, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, expresó su “tristeza profunda” por la noticia de la muerte de los cuatro funcionarios estadounidenses en Libia, y se refiere a dos de ellos, el embajador Stevens y a Sean Smith, a quien identifica como empleado de información.
Stevens, con 21 años de servicio diplomático para EE.UU. “murió anoche por las heridas que sufrió en el ataque contra nuestra oficina en Bengasi”, confirma la declaración de Clinton.
“Tuve el privilegio de asistir a la toma de posesión de Chris en Libia hace apenas unos meses”, recuerda la Secretaria de Estado.
“Habló con elocuencia de su pasión por el servicio, por la diplomacia y por el pueblo libio”, añade.
“Este cometido era sólo el último en más de dos décadas de dedicación a la tarea de estrechar los lazos entre los pueblos de Oriente Medio y el Norte de África que comenzó como voluntario de los cuerpos de paz en Marruecos”.
Cuando el conflicto en Libia se extendió, prosigue Clinton, “Chris fue uno de los primeros estadounidenses sobre el terreno en Bengasi”.
“Arriesgaba su vida para ayudar al pueblo libio a sentar las bases de una nación nueva y libre”, añade la Secretaria de Estado,
“Todos los estadounidenses que perdimos en los ataques de ayer hicieron el sacrificio último”.
“Condenamos este ataque violento y perverso que se cobró sus vidas, vidas que ellos habían dedicado a ayudar a que el pueblo libio alcance un futuro mejor”, según Clinton.