Monseñor Agripino Núñez Collado definió ayer al fallecido arzobispo emérito de Santiago Juan Antonio Flores Santana, como un enviado de Dios, como un hombre sencillo y desprendido de las cosas materiales.
Al oficial la eucaristía en la Catedral Santiago Apóstol, en la continuación de las exequias fúnebre del religioso quien falleció el pasado domingo, Núñez Collado manifestó que éste fue un regalo de la Iglesia de Dios a Santiago.
“Estamos agradecidos por todo lo que hizo por esta Arquidiócesis de Santiago, en esta acción de gracias estamos celebrando, la pascual de monseñor Flores con el Señor”, expresó.
Dijo que en este día de celebración de esta eucaristía era muy especial, recordó cuando él lo sucedió en Navarrete, que en tiempos de la dictadura, que fueron tiempos difíciles, para la Iglesia, la cual fue perseguida por la tiranía.
Manifestó que en estos momentos cuando estaban realizando las honras fúnebres de Flores Santana se reunían para decir gracias a Dios, por haberle dado a la Iglesia un hombre tan especial y entregado a la religión.
“Recuerdo también antes de iniciar esta eucaristía conversaba con el ex presidente Hipólito Mejía, quien me dijo que estaba seguro de que la Iglesia tiene un nuevo Santo”, precisó.
El oficio religioso inició luego de la llegada del féretro conteniendo los restos del fallecido arzobispo de Santiago, proveniente de la Catedral la Inmaculada Concepción de La Vega, donde habían sido trasladado el lunes, para rendirle servicios religiosos.
El féretro fue recibido por el padre Carlos Santana, vice-canciller de la Arquidiócesis de Santiago, quien acompañó a Núñez Collado en el oficio religioso.
En la eucaristía estuvo presente la primera dama de la República Cándida Montilla de Medina, el ex presidente Hipólito Mejía, el director del Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (FONPER), Fernando Rosa y la Gobernadora, Aura Toribio.
Además familiares y feligreses que acudieron para decirle el último a dios a quien fuera el Arzobispo de Santiago hasta el año 2003, cuando fue sustituido por el actual, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio.