SANTO DOMINGO. La propuesta de creación de una nueva tasa impositiva sobre las bebidas gaseosas, edulcoradas y energizantes preocupa al sector empresarial local que ve la iniciativa como “contraproducente” y advierte generaría una reducción de la empleomanía.
El proyecto de ley del diputado del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) por Puerto Plata, Juan Carlos Quiñones, plantea gravar con un 20 por ciento todas las bebidas carbonatadas, endulzadas, estimulantes o energizantes.
Además, establecería el uso de un envase no mayor de 20 onzas para la comercialización al público de estas bebidas y prohíbe su venta en escuelas e instituciones de educación primaria, sin el consentimiento de sus padres.
“Entendemos que los fundamentos que dan lugar a este proyecto de ley no guardan relación con el esquema nutricional de los consumidores dominicanos, y que pueden provocar una disminución del empleo en la República Dominicana”, sostuvo Circe Almánzar, vicepresidenta de la Asociación de Industrias de la República Dominicana, durante una reunión con la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.
Para la representante del sector privado “gravar con nuevos impuestos sería contraproducente y crearía un mercado informal que ya de por sí es muy elevado”.
Almánzar asegura que las bebidas edulcoradas y gaseosas “representan un rubro importante en la economía”, por lo que no ve “ningún tipo de fundamento” para la creación de este impuesto como se plantea en el proyecto.
De los recursos recaudados mediante la aplicación de este impuesto, se utilizaría un 15 por ciento para la creación de programas que faciliten alternativas de cambio a la población para lograr modificar los hábitos de consumo de las bebidas gaseosas, edulcoradas y energizantes del Ministerio de Salud Pública.
También se destinaría un 5% para el desarrollo de políticas de concienciación ciudadana a disponibilidad del Ministerio de Medio Ambiente.
La propuesta del diputado peledeísta considera que las bebidas gaseosas y azucaradas “no aportan beneficios para la salud” y serían un factor determinante para el incremento de enfermedades como diabetes, obesidad e hipertensión arterial.
Asimismo se establece que este tipo de bebidas deberán contener advertencias escritas, emblemas, distintivos y cualquier otro elemento que alerte sobre la naturaleza del producto y la posibilidad de que su ingesta “aumenta el riesgo de diabetes, problemas cardíacos, infarto, cáncer, osteoporosis, caries dental y erosión del esmalte dental”.
