El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, ratificó hoy una ley que obligará a que determinadas agencias públicas de la ciudad tengan una habitación para que las madres puedan amamantar en privado a sus bebés.
De acuerdo con la nueva legislación, los edificios de las agencias de los departamentos de Salud, de Servicios a Niños y de Servicios Sociales deben tener una habitación disponible, separada del cuarto de baño, para que las madres puedan dar el pecho a sus bebés con privacidad.
La habitación debe tener un asiento, toma de corriente y acceso cercano a agua, así como estar convenientemente señalizada.
“Este es un proyecto sobre justicia, acceso y salud y lleva a la ciudad un paso adelante para ser un lugar donde las madres se sientan cómodas amamantando cuando sea y donde sea”, afirmó De Blasio.
En Nueva York, las mujeres pueden amamantar a sus hijos en cualquier lugar, si bien algunos establecimientos privados han restringido el derecho, lo que ha ocasionado algunas quejas.
La semana pasada el Concejo de la ciudad dio el visto bueno al proyecto, que fue recibido con beneplácito por madres, que se dieron cita en el Ayuntamiento para celebrarlo, y solo faltaba para su aprobación final la ratificación de De Blasio.
La directora del Departamento de Salud del Ayuntamiento, Mary T. Bassett, recordó que la leche materna “es perfecta, hecha a la medida para alimentar a un bebé y todas las madres deben ser apoyadas en dar el pecho”.
Bassett destacó que la agencia que dirige será la responsable por vigilar que se eliminen las barreras que impidan a una madre amamantar cuando y donde sea.
“Cada madre merece el derecho básico de dar el pecho a su bebé en privado, en un lugar seguro y conveniente. Proveer de estas habitaciones es un paso hacia promover familias saludables”, dijo Gladys Carrión, directora de la Administración de Servicios a los Niños.
En un comunicado, el departamento de Salud de la ciudad recordó que amamantar tiene “innumerables beneficios para los infantes” como bajos índices de problemas respiratorios o infecciones de oídos y reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares y cáncer en las mujeres que dan el pecho.