Comunitarios de Juan López, Moca, continúan los reclamos a favor del cierre de la mina de materiales de la compañía Alba, cuya operación inquieta a los residentes de la localidad luego de que tres personas perdieran la vida en el último mes al chocar con los camiones de carga que conducen a alta velocidad por la empinada pendiente.
Los vecinos se unieron para cerrarle el paso a los camiones a modo de protesta el martes, exigiendo la descontinuación de la explotación minera, la cual paró solo por nueve días la obra tras registrarse la última tragedia.
Además, según comentan los vecinos, un estudio realizado por la Academia de Ciencia reveló que dicha zona no es apta para explotación.
«El señor presidente tiene un estudio de eso que hizo la Academia de Ciencia, con Luis Carvajal, donde dice que esa no es zona para explotación», manifestó uno de los vecinos, quien también reflexionó entorno a la muerte de tres personas por el manejo temerario de los vehículos pesados.
Los residentes del paraje El Salitre elevaron su «más enérgica protesta» para lo que llamaron un «crimen» contra la montaña, una zona de captación de lluvias, bosque húmedo, cuenca de río, y un peligro para el vecindario, al que las labores de la empresa minera le mantiene en zozobra.
Asimismo, explican que en una ocasión hablaron personalmente con el presidente Luis Abinader, a quien se le detalló que en la localidad hay cuatro centros educativos a los que los camiones les pasan por el frente. Los presentes le instaron a que sean finalmente paralizados los trabajos en dicha montaña para el bienestar de los munícipes.
Agregaron que la Procuraduría General de la República obligó a la empresa a parar las labores en la zona, pero que esta continúa el crimen valiéndose de unas «coletillas» emitidas por el Ministerio de Medio Ambiente, donde se expresa que tienen permiso para extraer cierta cantidad de material en un lapso de 30 días.
Pasan días «comiendo polvo»
Milagros Pérez, una de las presentes, manifestó, visiblemente alterada, que los comunitarios, especialmente las mujeres, pasan los días entre el polvo con el vaivén de los camiones de volqueo. Inclusive, mencionó que hay momentos en los que la nube de polvo es tanta que no salen de sus casas.
Además, esta se mostró preocupada por la seguridad de los niños y jóvenes que el próximo 26 de agosto ingresan a la escuela, pues con el paso de los camiones, manejados, según la señora, por choferes inexpertos, se exponen a que suceda otro hecho lamentable.
«Los volqueos que entran son chatarras la mayoría y choferes que no saben conducir en una subida como esta, sin experiencia», puntualizó.