Santiago, Rep. Dom.- Una niña de ocho años de edad denunció en su escuela que estaba siendo abusada sexualmente por su tío político. Sin embargo, a pesar de existir una querella formal por la gravedad del hecho, el caso estaba en el limbo.
La dirección de la escuela se limitó a poner la querella el pasado 22 de febrero, mientras que desde ese tiempo hasta la fecha el Ministerio Público solo alegaba que estaba investigando. La niña sufría por los supuestos abusos del hombre identificado por las autoridades como Henry Pérez García.
Un mes y veinte días después de la denuncia las autoridades actuaron en consecuencia.
El acusado fue apresado y la menor fue trasladada a un centro de acogida de la Fiscalía para garantizar su integridad física.
Según supo Caribbean Digital y Eljacaguero a través de una fuente de entero crédito, la menor habría confesado a una maestra que el presunto violador le daba de tomar una sustancia desconocida para sedarla.
De acuerdo a la fuente, la niña había denunciado que el esposo de su tía, que la cuidaba en la casa mientras su madre trabajaba la violaba constantemente.
La niña, según una fuente de entero crédito, contó lo que le sucedía a la maestra del centro educativo situado en el distrito municipal de Hato del Yaque. Según las informaciones, la docente informó lo que estaba sucediendo inmediatamente, pero desde la dirección de la escuela aparentemente solo se limitaron a poner la querella. Se presume que no un hubo debido seguimiento al caso, aunque las autoridades alegan que estaban investigando.
La menor, que se reserva su identidad por asuntos legales, le habría manifestado a la profesora que para abusar de ella su tío político le daba de tomar una sustancia desconocida para sedarla.
Al agresor se le conocerá medida de coerción en las próximas horas.
A pesar de que el abuso sexual contra la menor fue denunciado en la Fiscalía el pasado 22 de febrero de este año, fue a casi dos meses después y por insistencia de reporteros de este medio que el Ministerio Público actuó en consecuencia.
Mientras las autoridades duraron casi dos meses investigando el hecho, la escuela y el Ministerio Público guardaban silencio, pero en medio del silencio y la supuesta investigación que realizaban las autoridades, durante todo ese tiempo la menor permanecía bajo el cuidado del agresor.
