Nueva York.- Esta ciudad, con alrededor de 10 millones de habitantes, entre ellos más de 800 mil dominicanos, amaneció este jueves semi paralizada por la fuerte nevada que está afectando los neoyorkinos, al igual cantidad de personas en los estados aledaños de Nueva Jersey, Connecticut, y Pensilvania, entre otros.
Se esperan unas 12 pulgadas y vientos de 60 km/h por lo que el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, ordenó cerrar las escuelas públicas, afectando a 1,800 escuelas con más de un millón 100 mil estudiantes y 135 mil empleados; asimismo se suspendió la recolección de basura, reciclaje, y parquímetros en las calles.
De igual manera, los planteles del sistema universitario de CUNY; los colegios privados y muchos negocios privados están cerrados.
Los servicios de autobuses express también están suspendidos y hay una reducción del 20% en los servicios de autobuses locales y limitados, informaron las autoridades de La Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA).
Las líneas aéreas JetBlue, Delta Air Lines, United Airlines, y Airways, entre otras, han cancelados cientos de vuelos en los aeropuertos La Guardia y John F. Kennedy de NY, también en la terminal de Newark en Nueva Jersey.
Para contrarrestar los efectos de la nevada, El Departamento de Sanidad de la Ciudad (DSNY) mantiene desde esta madrugada 689 camiones distribuidores de sal, más de 1,600 vehículos pesados de diferentes categorías, mas de 2,500 trabajadores durante cada turno laboral de 12 horas, y 315 mil toneladas de sal para ser regada en las diferentes vías de los cinco condados.
El alcalde Bill de Blasio recomendó usar transportación público, y el comisionado del Departamento de Emergencia, Joseph Espósito, recalcó que como consecuencia de esas “condiciones peligrosas” se esperan carreteras resbalosas y visibilidad reducida en las carreteras.
Las autoridades están llamando a los neoyorquinos estar alerta con el frío y debido a que las temperaturas estarán bajo los 28 grados desde las 4:00 de la tarde hasta las 8:00 de la mañana de este viernes, se activó el Código Azul, que entra en vigor para que no haya nadie sin calefacción.
Después de disfrutar un día soleado y medio caluroso con temperatura que llegaron a los 63 grados (un día primaveral este miércoles) los residentes en la Metrópoli están sorprendidos por este cambio de temperatura tan brusco en apenas horas de diferencia.
