La demócrata Nancy Pelosi se convertirá este jueves en la política más poderosa de Estados Unidos si es votada como presidenta de la Cámara de Representantes del nuevo Congreso, puesto que la situaría como líder de la oposición contra el presidente Donald Trump.
El cargo de presidente de la Cámara de Representantes del Congreso es el tercero más importante del país, después de los de presidente y vicepresidente, y es un puesto que Pelosi, de 78 años, ya ocupó entre 2007 y 2011.
Entonces hizo historia al convertirse en la primera mujer en esa posición, haciéndole difícil la vida al presidente George W. Bush en los últimos años de su mandato. Ahora con Trump, la historia podría repetirse.
Pero el camino hasta la investidura tampoco está completamente allanado, pues en la votación en la que los 235 representantes demócratas eligieron a su líder a finales de noviembre, 32 votaron en contra.
Este jueves, Pelosi necesita una mayoría simple de 218 votos para ser nombrada, lo que implica que el Partido Demócrata sólo puede permitirse 17 disidencias.
Una vez superada la votación, Pelosi debe lanzarse en la tarea inmediata de resolver la parálisis presupuestaria que tiene parcialmente cerrado al gobierno de Estados Unidos desde el 22 de diciembre por la exigencia de Trump de construir un muro en la frontera con México.
Los líderes demócratas fueron a la Casa Blanca el miércoles para negociar un acuerdo, sin lograr ninguno.
Dos semanas antes, Pelosi mostró un avance de lo que podría ser su rol en el Congreso en una reunión en el Despacho Oval, en la que delante de las cámaras, ella y el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, se enfrascaron en una dura pugna con Trump por el tema del muro.