Cada vez está más claro que el vídeo es una de las plataformas de contenido con mayor potencial en Internet. Por eso, compañías como Facebook o Instagram no cejan en su intento de subirse al carro, ofreciendo cada vez más contenido en formato vídeo (tanto pregrabado como emitido en directo), y dándole a sus usuarios más formas de producirlo y consumirlo.
Pero por muy grandes que sean estas empresas, tienen competidores muy potentes en este campo. Y uno de ellos es Musical.ly, una app de la que quizás no hayas oído hablar, pero que arrasa entre los adolescentes norteamericanos. No en vano, se ha llegado a decir que probablemente se acabe convirtiendo en “el siguiente Snapchat”. Veamos por qué.
¿Qué es Musical.ly?
Musical.ly se define como una red social de vídeo en la que se pueden crear, compartir y descubrir vídeos breves. A grandes rasgos, imagínate una app que sea una mezcla entre Snapchat y Vine, con la que puedes grabar vídeos de hasta 15 segundos de duración, bailando, ejecutando un playback o literalmente haciendo un poco el payaso ante la cámara de tu móvil, mientras suena de fondo alguna canción. Está disponible para iPhone, para Android y también desde la tienda de aplicaciones de Amazon.
Para usar Musical.ly tienes que crear una cuenta de usuario, que puedes hacer con una dirección de email, un número de teléfono o tus datos de usuario de Facebook. La app es gratuita, pero siguiendo la tendencia de los últimos años, ofrece compras in-app (básicamente, monedas virtuales con las que comprar regalos, también virtuales, a otros usuarios de la app).
Además de la app para grabar vídeo, hace unos meses Musical.ly ha lanzado también Live.ly, una plataforma para emitir vídeo en directo, compitiendo con apps como Periscope o servicios como Facebook Live, y que también ha llegado al número uno en la App Store en una decena de países.
Hasta aquí todo suena bastante normal, es decir, nada realmente innovador que no hayamos visto ya en otras apps. Pero eso no quiere decir que haya que tomárselo a la ligera. El crecimiento de Musical.ly ha sido imparable; sólo en el último año, esta app ha ganado 90 millones de nuevos usuarios, y ha llegado al número 1 de aplicaciones gratuitas en la App Store en veinte países.
¿Cómo funciona Musical.ly?
Tras descargarte la app, y una vez creada tu cuenta de usuario, Musical.ly te muestra una especie de timeline en el que puedes ir pasando de un vídeo a otrodeslizándolos con el dedo, tal y como harías en Facebook o Twitter. El timeline se divide en tres secciones, accesibles desde la parte superior: los vídeos publicados por la gente a la que sigues, vídeos destacados, y una sección llamada “Para ti” en la que se incluyen vídeos populares cerca de tu ubicación.
En la parte inferior de la interfaz, por otro lado, encontrarás las principales funciones de la app: un botón para volver a la pantalla principal, otro para buscar, el botón central para crear tus vídeos, y otros dos botones más para revisar tus notificaciones y acceder a tu perfil (y desde éste a las opciones de configuración) respectivamente.
Como buena aplicación de redes sociales, cada usuario cuenta con un perfil con imagen de avatar, una pequeña biografía, su número de seguidores (llamados “fans” aquí) y seguidos, y un listado con todos sus vídeos publicados hasta ahora. Llama la atención la integración de Musical.ly con otras redes sociales; por ejemplo, puedes añadir un icono que enlaza a tu perfil de Instagram, o compartir un perfil interesante en Facebook o Twitter.
Musical.ly cuenta también con funciones que ya nos son familiares de otros servicios, como la posibilidad de hacer tu perfil privado, intercambiar mensajes directos con otros usuarios, recibir una notificación cada vez que un usuario concreto publique un nuevo vídeo, o bloquear a aquellos usuarios que te molesten.
Hasta ahora hemos hablado de la parte de “consumir” vídeo, pero ¿qué hay de la parte de “crear”? Aquí es donde empieza lo divertido. Para crear vídeos (que la app llama simplemente “musical.lys“), tienes que hacer clic en el botón central y podrás elegir entre usar un vídeo que ya tengas en el álbum del móvil o grabarlo en ese momento, con la opción de escoger primero la canción si lo prefieres.
Éste es otro punto que llama la atención de Musical.ly: las canciones. No se trata de la típica música libre de derechos, sino que podrás usar fragmentos de canciones de tus artistas favoritos o temas actuales que triunfan en las emisoras de radio de todo el mundo: Justin Timberlake, Sia, Lady Gaga, Rihanna y muchos más. Algunas, eso sí, pueden no estar disponibles en tu país.
El vídeo puede grabarse de varias formas: cámara lenta, cámara rápida, normal, imitando un timelapse… y si usas la cámara frontal del móvil y te grabas a ti mismo en plan selfie, puedes colocarte una máscara como las que popularizaron Snapchat o MSQRD. La grabación funciona como en Instagram, es decir, se graba vídeo mientras se mantiene el botón apretado, lo que permite reunir varios cortesen una sola grabación de como máximo 15 segundos. Esta flexibilidad la aprovechan muchos usuarios de Musical.ly para hacer montajes y bailes realmente originales.
Una vez procesado el vídeo, puedes recortarlo, aplicarle un filtro o añadir un efecto “de tiempo” (como por ejemplo repetir una parte del vídeo o reproducirlo al revés). Cuando lo tengas listo, puedes publicarlo con su título, además de etiquetas y menciones a tus contactos si quieres. También tienes la opción de guardarlo como privado.
Además de grabar y compartir vídeos, Musical.ly incluye otras opciones como hacer duetos con otro usuario, o crear una “fiesta”: un grupo de varios usuarios de Musical.ly que pueden crear vídeos juntos. Además, la red social organiza habitualmente retos alrededor de un hashtag concreto, en los que los vídeos con más likes aparecen en el feed de vídeos destacados o son republicados por cuentas populares.
¿Por qué triunfa Musical.ly?
Tengo que reconocer que cuando he probado Musical.ly por primera vez he sentido lo mismo que cuando probé también Snapchat por primera vez: la sensación de no entender muy bien qué estaba viendo, o cuál es el sentido de grabarse haciendo el tonto con el móvil… En definitiva, una muesca más en la brecha generacional entre los que fuimos a E.G.B. y las nuevas generaciones.
Pero en el caso de Musical.ly, no cuesta mucho empezar a entender por qué triunfa tanto entre los más jóvenes. En este sentido, tiene razón Gary Vaynerchukcuando afirma, como decíamos antes, que Musical.ly puede ser el siguiente Snapchat, porque en general, está siguiendo el mismo camino.
Snapchat armó una auténtica revolución en su día entre los más jóvenes porque era una red social diferente a las demás, donde no importaba si el selfie no salía perfecto, donde la inmediatez y la frescura tenían más importancia que las poses calculadas hasta el milímetro y, sobre todo… donde no estaban tus padres. A ojos de los adolescentes, en el momento en que tu madre se hace una cuenta en Facebook (y encima te pide amistad) éste ya pierde toda la gracia, porque estar en la misma red social que tus padres, simplemente, no mola.
Durante su primera etapa, Snapchat se alimentó de muchos de esos adolescentes, que huían del control paternal y buscaban un lugar donde expresarse libremente y ser ellos mismos. Ahora la edad media de los snapchatters ha subido, situándose sobre todo entre los 18 y los 24 años, y Musical.ly podría seguir por ese mismo camino.
Por otro lado, tal y como recogen en Earlier Stuff, Musical.ly está cambiando la forma en que los adolescentes interactúan con la música, ayudándoles a integrarla en su día a día, descubriéndoles nuevos artistas y temas, y permitiéndoles hacer sus propias creaciones con ellos, sin ser músicos. ¿Que algunos vídeos son absurdos, o los protagonistas salen haciendo el tonto? Pues sí, pero ¿qué hay de malo en ello?
A esa edad todos hemos hecho el tonto delante del espejo, usando el cepillo de dientes como micrófono e imitando a nuestro cantante favorito. De hecho, en mi opinión, atreverse a grabarlo en vídeo y subirlo a Internet tiene bastante mérito, y dice mucho de la capacidad de estos chicos de reírse de ellos mismos. Yo misma a su edad habría sido incapaz de hacerlo.
Probablemente los críticos de música pondrán el grito en el cielo viendo cómo un grupo de niñatos perpetra algún clásico de los Rolling Stones, pero ¿no será más importante que esos chicos tengan contacto con esa canción, aunque sea haciendo un playback, que el hecho de que ni siquiera la conozcan? De nuevo en palabras de Gary Vaynerchuk, aplicaciones como Musical.ly “permiten que una generación más joven pueda crear contenido de formas que antes no eran tan fáciles para ellos. Es democratizar la creación de contenidos para la gente joven, dándoles las herramientas adecuadas (control de la velocidad del vídeo, filtros, edición con pista de audio…) para hacer contenido divertido y entretenido.”
Por otro lado, tampoco hay que olvidar que Musical.ly se ha convertido también en una nueva plataforma para que los cantantes interactúen con sus fans, no sólo creando ellos mismos sus clips donde envían saludos y comentarios, sino también pidiendo a sus seguidores que hagan creaciones con su música. Es una forma de contacto más cercana, más personal, y con este tipo de interacciones no me extraña que Musical.ly cause tanto revuelo entre los más jóvenes. Salvando las distancias, es como cuando en Twitter recibes una respuesta, un RT o un like de algún famoso a quien sigues y admiras – pero multiplicado por mil, en la mente de un adolescente -.
Decía antes que a diferencia de otras apps y redes sociales que triunfan entre los jóvenes y no tanto entre los adultos (como Snapchat), a Musical.ly no cuesta tanto cogerle el sentido y entender por qué tiene tanto éxito. Mientras que a la gente de mi generación quizás le parece absurdo el contenido perecedero de Snapchat, Musical.ly es más parecido a una red social “clásica”: compartes contenido multimedia por el que recibes likes y comentarios, como en Instagram; hay perfiles, seguidores y mensajes directos, como en Twitter; y son vídeos breves, como Vine. En ese sentido, Musical.ly es también una herramienta de creación de contenido, centrada en la grabación y edición de vídeo, que luego si quieres puedes compartir en su red social.
Quizás no te veas con ánimo de grabarte cantando con el móvil con tu canción favorita de fondo, ni mucho menos publicarlo en Internet, por vergüenza o miedo al ridículo. Pero para muchos adolescentes, esto que pueden hacer fácilmente con Musical.ly es una forma de pasar el tiempo con sus amigos, reírse juntos, disfrutar de sus canciones favoritas y tener contacto casi directo con cantantes a los que admiran.
En ese sentido, no cabe duda de que Musical.ly tiene mucho potencial, porque es una herramienta con la que producir contenido, con la que divertirse, con la que compartir cosas con amigos y conocer gente nueva. En definitiva, una red social que le saca todo el partido al formato del futuro: el vídeo.