El mural fue visto por primera vez en público en las afueras del club Pulse en el primer aniversario de la tragedia, y luego por la tarde en el parque Lake Eola como parte de los eventos del día de recordación de las 49 víctimas, el pasado 12 de junio.
Estos artistas trabajan desde hace 25 años y llevan pintando murales inspiracionales desde hace 17. Pilato recibió la petición de su amiga Chimene Hurst, en Orlando, tras la masacre en el Pulse y ambos decidieron involucrarse en este proyecto de amor.
“Sabemos lo que es sanación. Perdí a mi hija años atrás y sentí que me empujó a Orlando a hacer este trabajo de sanación aquí. Ha sido una de las experiencias más grandes de mi vida, a veces muy triste, pero también gratificante al conocer a las familias, conocer sus historias. Hemos trabajo todo el año y aún conocemos a familias nuevas, nos sentimos como una familia ahora”, dijo Pilato.
Sobre la reacción de las familias al ver el mural dijo que acoge las sugerencias, algunas no quieren a sus familiares tan sonrientes, pero en general la mayoría han expresado su agradecimiento.
“La mayoría de ellos están felices y me han dicho gracias, porque ellos, sus seres amados, son los artistas. Yuri y yo somos los pinceles nada más. Hemos amado las guías y direcciones para perseverar el legado de sus hijos y sus seres amados”, agregó.
Entre los personas que aparecen en el mural destaca Nancy Rosado, exsargento de la policía de New York durante el atentado del 11 de septiembre de 2001 y cofundadora en 2016 del proyecto Somos Orlando, que nació con el gesto solidario de ayudar a las familias de las víctimas del Pulse, la mayoría de origen boricua, para asistirles con el idioma inglés y estar junto a ellas en el hospital con abrazos, palabras de aliento y días de dolor y angustia que vivieron luego de lo sucedido.

Agradecida y emocionada, para Rosado, activista de la comunidad LGBT y de otras causas sociales, este gesto significa mucho para toda la comunidad y destacó que los pintores hayan reconocido el trabajo que están haciendo los diferentes personajes.
“El mural entero es un reflejo de lo que es bueno en la gente. Como vimos durante el 911, este tipo de tragedia tocó todas las edades, razas, religiones y los compromete a ayudar lo mejor que pueden. De pie a la izquierda está Chris, un hombre blanco que fue a Pulse por primera vez esa noche y terminó cargando a sobrevivientes. Con él está el pastor Brie Taylor, un afroamericano lesbiano que ha sido su ministro desde entonces y junto con ellos está Carlos Smith, un representante estatal gay. Cada uno diferente… pero haciendo lo que está en su poder para ayudar”, dijo Rosado, de origen puertorriqueño, cuyo rostro en la pintura refleja una particularidad especial en sus ojos.
En uno de sus ojos figuran las Torres Gemelas y en el otro el logo del club Pulse. El pintor Pilato solo tiene palabras de agradecimiento y admiración para Rosado, quien le ha ayudado a conectarse con las familias en español y a reflejar ese sentimiento en esta obra artística.
“Su vida es notable, tenemos la bendición de conocerle y compartir su historia. Pintamos a gente inspiradora… Hemos pintado las Torres Gemelas en su ojo derecho y el logo de Pulse a su izquierda. Dios ha puesto mucho delante de ti desde la caída de la Torre Uno hasta ayudar a traducir a familias y seres queridos de los 49. Ambos extendiendo más allá de los horrores de aquellos días hacia tu trabajo de sanar corazones”, escribió Pilato a Rosado.
Los muralistas quieren llevar esta obra a diferentes partes del mundo para mostrar el lado del amor y enseñar que la unidad, tolerancia, diversidad son el legado de los 49 ángeles que partieron y son recordados tanto en Orlando como en el mundo entero.