El rostro de María de los Ángeles (nombre ficticio) refleja la carga de algún sufrimiento interior sostenido por algún tiempo. Se le ve angustiada, inquieta.
No hay manera de que ella pueda evitarlo. Con mucho esfuerzo, y ante varias preguntas para conocer su situación, decidió hablar sobre las vicisitudes que ha atravesado en su relación de pareja, con agresiones y amenazas.
Se dispuso a buscar protección y, luego de mucho esfuerzo y gestiones, logró conseguir que se ejecutara una orden de protección o alejamiento en contra de su agresor.
Pero sus padecimientos no terminaron ahí, porque su agresor ahora quiere quitarle a sus hijos.
De los Santos declaró, entre llantos, al acudir a la Unidad de Atención a la Violencia de Género, Sexual e Intrafamiliar de la Fiscalía de la Provincia Santo Domingo, que sus dos hijos están en el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani), y que su expareja no quiere que ella los vea. El mayor de los niños tiene dos años y la menor un año y 6 meses.
Ella interpuso una denuncia en contra de su expareja debido a que este, constantemente, la maltrataba, le ponía los pies sobre la cabeza y le daba puñetazos en los oídos, terminando por esto ante un médico legista, quien certificó que tenía daños en los oídos.
Indicó que luego de 20 días logró que el ministerio público, a través de un juez, emitiera una orden de arresto en contra de su expareja, quien fue conducido y llevado a evaluación donde un sicólogo.
Señaló que estando bajo arresto, el imputado, a través de sus abogados y de un tío que es coronel de la Policía Nacional, le hicieron firmar un acuerdo para hacer constar que su expareja no le volvería a pegar y también que no acudiría a los lugares que ella frecuenta, a lo que accedió porque la fiscal a cargo del caso entendía que no procedía solicitar medida de coerción en su contra, sino una orden de alejamiento.
Declaró que después de un tiempo ella se mudó del sector, pero que aun con una orden de alejamiento su expareja comenzó a frecuentar el lugar y un día penetró a su casa, y la agredió físicamente y amenazó con matarla.