LONDRES (AP) — Importantes legisladoras del Parlamento británico demandaron leyes más duras contra el acoso luego de que una investigación del diario Financial Times reveló que varias mujeres fueron manoseadas durante una gala benéfica exclusiva para hombres a la que asistieron cientos de altos ejecutivos y diputados.
En el evento, celebrado la semana pasada en el Hotel Dorchester de Londres para recaudar dinero para causas benéficas, participaron unas 100 camareras, entre las que había dos reporteras del FT, que iban de incógnito. Las periodistas describieron una situación con acoso, comentarios obscenos y “repetidas peticiones para cenar en las habitaciones del Dorchester”.
Durante la gala se subastó una invitación para tomar el té con el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney y un almuerzo con el secretario de Exteriores, Boris Johnson. Otra subasta ofrecía un viaje a un club nudista y otra una cirugía plástica en una clínica privada, con la promesa de “quitar años de su vida y agregar sabor a tu esposa”.
La indignación no se hizo esperar. El hospital infantil Great Ormond Street dijo el miércoles que devolverá las donaciones y que cortará los lazos con el Presidents Club, la organización de caridad que convocó al evento.
La presidenta del Comité de Igualdad, Maria Miller, tuiteó: “Espero que todos los hombres que asistieron a este evento piensen dos veces antes de aceptar otra invitación a un evento ‘solo para hombres’ con 100 camareras”.
El centro se mostró sorprendido al enterarse de lo ocurrido en la cena del Presidents Club y señaló que no recibirá a sabiendas dinero recaudado de este modo.
Aunque no estaba previsto que recibiera fondos de la cena, el hospital anunció que devolverá donaciones anteriores y que “no aceptará más regalos del Presidents Club Charitable Trust”.
El caso se conoce mientras siguen surgiendo denuncias de hombres en posiciones de poder que abusan de mujeres, desatado en parte por el escándalo que rodeó al productor hollywoodense Harvey Weinstein.
La cena del Presidents Club es un evento anual para un grupo que asegura haber recaudado unos 28 millones de dólares (20 millones de libras) para organizaciones de ayuda infantil en los últimos 33 años.
El FT reportó que las mujeres que trabajaron en la cena, que era de vestimenta formal, calzaron tacones y usaron vestidos cortos, negros, ajustados y con un cinturón que asemejaba un corsé.