El descarrilamiento de un tren de gran velocidad en las inmediaciones de Santiago de Compostela ha provocado una terrible tragedia en la que ya se suman más de 60 muertos y un centenar de heridos, 20 de ellos de extrema gravedad, según confirmó el Presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo. Las autoridades estiman que este balance de víctimas puede aumentar.
Es la primera vez en España que se produce un accidente en las vías de Alta Velocidad (AVE). El tren de gran velocidad estaba compuesto de 14 vagones y dos máquinas delantera y trasera y transportaba unos 240 pasajeros. Todavía se encuentran muchas personas atrapadas entre los hierros retorcidos y los escombros de los vagones que dieron varias vueltas de campana y fueron a chocar contra un muro.
Se produjeron incendios en la máquina de atrás del tren Alvia que cubría el trayecto entre Madrid y Ferrol y en tres de los vagones siniestrados. El descarrilamiento se ha producido en el kilómetro 84.3 de la vía del AVE Ourense-Santiago. El motor de una de las máquinas, una mole inmensa, salió despedido por el impacto.
Miles de personas desbordaban las calles de Santiago por la fiesta grande del Apostol y el clima de fiesta pronto fue reemplazado por el dolor y la abrumadora tragedia. Las autoridades de la Xunta de Galicia suspendieron de inmediato las festividades.
En estos momentos, los esfuerzos de los equipos de rescate se concentran en un vagón que está aplastado por otro y no se lo puede levantar por lo que se pidió de emergencia el envío de una grúa de gran porte. En el vagón aplastado se esperan encontrar más víctimas dada la magnitud de los daños.
El tren Alvia 151 es una formación que está entre el AVE, Alta Velocidad Española, y los normales. Utiliza vías de ambas especialidades y puede llegar a una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora. Su aspecto ultramoderno es similar a los famosos AVE. Según algunos testigos y sobrevivientes, el tren avanzaba a gran velocidad y tomó una curva cerrada que los técnicos que están trabajando en el lugar de la catástrofe han descripto como “muy difícil”.
El descarrilamiento se produjo a las 2042 hora española en la parroquia de Angrois a cuatro kilómetros de la estación central de Santiago de Compostela, pero ubicada dentro del casco urbano de la capital de la comunidad autónoma de Galicia Los vagones dieron varias vueltas de campana, algunos saltaron un muro aterrizando en una calzada próxima y otros se estrellaron contra el obstáculo.
Seis vagones quedaron a un lado de un puente y otros cuatro y la máquina al otro lado de los vagones voló sobre un talud a cinco metros de altura y 15 de distancia de la vía. “Fue espantoso porque el vagón no paraba de dar vueltas, se rompían los cristales y estructura lo que aumentó el número de heridos. La gente gritaba desesperada y cuando terminó de dar vueltas empezó un incendio.
“Estábamos rodeados de muertos Me salve de milagro pero estoy herido”, declaró una de las víctimas. Los vecinos fueron los primeros que acudieron al rescate. “Estabamos cenando y sentimos un ruido espantoso que no terminaba. Nos asomamos a la ventana y vimos los vagones destrozados, cuerpos diseminados por todos lados y un hubo intenso que salía de algunos vagones y una máquina”.
Los vecinos lanzaron mantas y hasta puertas para transportar a los heridos en varios automóviles particulares. Mientras tanto comenzaron a llegar ambulancias, patrulleros bomberos, policías municipales y nacionales. Con el correr el tiempo se improvisó un hospital de campaña mientras el Hospital Clínico de Santiago y el Centro de Transfusiones de Galicia pedían voluntarios para donar sangre y se convocaba por radio y televisión a médicos, enfermeros y técnicos sanitarios que estaban de franco a concurrir de inmediato a los nosocomios de la zona.
Al caer la noche el espectáculo en la zona del siniestro es dramático ya que todavía quedan víctimas atrapadas entre los escombros. Continúa el ir y venir de ambulancias y bomberos y el ulular de las sirenas estremece la zona hace varias horas.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está siguiendo “al minuto” los datos que se van conociendo del accidente en permanente contacto con la ministra de Fomento, Ana Pastor, que se ha desplazado hasta el lugar del accidente, donde también está el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Con ambos ha conversado telefónicamente también el Rey para interesarse por lo sucedido.