El ataque de grupos armados la semana pasada en la localidad haitiana de Savien, en la región de Artibonite, en el que murieron siete policías, fue supuestamente planificado en Puerto Príncipe por tres altos cargos de la Policía Nacional de Haití (PNH), según informaron este lunes medios locales.
Así lo revela un informe del Servicio Departamental de Inteligencia remitido a la Dirección Departamental de Artibonite (DDA) de la Policía Nacional de Haití, de acuerdo con los medios.
El documento se filtró a la prensa local e incluso fue autentificado por el jefe de un sindicato policial, Lionel Lazarre.
Se trata de tres altos funcionarios de la PNH, entre ellos dos inspectores generales y un comisario de división.
También participan en este ataque una coalición de bandas de Savien, Palmiste, Liancourt y los mercenarios de la Canaan, así como una organización política, siempre de acuerdo con lo revelado por los medios de prensa locales.
“Su principal objetivo es provocar el caos en Artibonite, lo que llevaría al asesinato del comandante del distrito de St. Marc y del DDA por parte de agentes de policía”, reza el documento.
También pudo tener como meta azuzar a la Policía contra todos los comandantes de la jurisdicción de Artibonite, agredir físicamente al director del DDA y utilizar elementos de las redes sociales para orientar la opinión hacia un fracaso de la institución.
Tras el asesinato de los siete agentes el miércoles, decenas de policías armados atacaron un día después a la residencia privada del primer ministro Ariel Henry, quien no se encontraba en el país, para repudiar la falta de acción de las autoridades ante los asesinatos de agentes por parte de las bandas armadas, lo que causó tensión y paralizó ese día y el viernes las actividades en la nación.
Haití lleva años inmerso en la crisis y la violencia, situación agravada tras el magnicidio en julio de 2021 del presidente Jovenel Moïse (2017-2021) a cargo de supuestos mercenarios, la mayoría colombianos, que irrumpieron en su residencia privada.
En octubre pasado, el Gobierno solicitó oficialmente el envío de una fuerza extranjera, tras lo cual el secretario general de la ONU, António Guterres, propuso establecer una “fuerza de acción rápida» compuesta por militares de uno o varios países y no bajo bandera de Naciones Unidas, una iniciativa que aún no se ha concretado.