MOCA.-Falleció el pasado lunes en esta ciudad, a la edad de 82 años Salvador Solano Bretón, quien llevaba más de seis décadas dedicado a la barbería en esta población, a donde llegó en 1949 desde una comunidad campesina de Licey al Medio.
Por las manos de Solano, como era más conocido en esta localidad, pasaron en más de 60 años de profesión funcionarios, legisladores, alcaldes, concejales, profesores, empresarios, políticos y gente del pueblo.
Su barbería la mantuvo durante largos años en la calle José Dolores Alfonseca y luego la trasladó a la Imbert, donde permaneció hasta que sus fuerzas se lo permitieron.
El local lo convirtió literalmente “en un museo” ya que exhibía en el mismo, aves y otras especies disecadas y cuadros con fotos de figuras populares de Moca, muchas ya fallecidas. Era un empedernido coleccionista de revistas y periódicos y uno de los barberos más actualizados que tenía la ciudad ya que, aparte de vivir leyendo los diarios (esto le gustaba más que comer, dicen sus allegados), también escuchaba los programas de entrevistas y noticiarios radiales en un radito que tenía a manos siempre. Solano Bretón falleció el pasado lunes 23 de febrero luego de confrontar problemas de salud que le fueron minando la existencia. Su sepelio se efectuó el martes en el cementerio de mocano. Con Tata, su hoy viuda, procreó cuatro hijos.
Salvador era hijo de Jacinta Bretón y Fausto Solano, y hermano de Lucía, Hipólito y Cuca. En sus años de adolescencia vivió en Licey para luego trasladarse a Moca, donde se convirtió en un hijo más de esa ciudad. Su trascendencia como barbero hizo que el periodista Nicolás Arroyo Ramos lo incluyera en su libro “Moca, Guía Histórica, Turística y Cultural”, dentro del renglón “Personajes populares y folclóricos”.
Con el título Solano El Barbero, Arroyo Ramos anota: Salvador Solano Bretón, a quien todos conocen por el nombre de Solano El Barbero, es una figura muy conocida, querida y popular en la comunidad mocana. Este hombre de cuerpo frágil y mirada segura, dice que llega 59 años (nota del redactor: 59 años en aquel entonces cuando se publicó el libro, de lo que hace ya varios años) pelando a niños, jóvenes y adultos. Afirma que se inició en la profesión de barbero en 1949, cuando llegó a la ciudad de Moca, procedente de Licey al Medio, lugar ubicado en el centro entre las localidades de Santiago y Moca y desde esa época se quedó aquí para siempre.
Expresa con orgullo que durante la larga época que le ha tocado realizar el trabajo de barbero ha tenido como sus clientes a personas de todos los niveles sociales.
Destaca que ha sido el peluquero de funcionarios, diputados, senadores, regidores, profesores, empresarios, políticos y mucha gente del pueblo. (Este texto lo incluye Arroyo Ramos en la página 157 de su importante libro).