Santo Domingo.- El general Antonio Imbert Barreras, único superviviente del grupo que mató hace justamente 55 años al dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina (1930-61), falleció ayer a los 95 años tras años aquejado de complicaciones de salud,
informaron fuentes familiares.
Imbert Barreras, declarado héroe nacional, falleció un día después de conmemorarse el 55 aniversario del ajusticiamiento de Trujillo, quien gobernó con manos de hierro durante 31 años la República Dominicana.
Nació el 3 de diciembre de 1920 en Puerto Plata.
El general dominicano formó parte del grupo de siete hombres que atentó contra Trujillo la noche del 30 de mayo de 1961, cuando el dictador se dirigía hacia su localidad natal de San Cristóbal, en compañía de su chófer.
Poder Ejecutivo decreta tres días de duelo
El Poder Ejecutivo declaró tres días de duelo, a partir de hoy miércoles, por la muerte del Héroe Nacional, Antonio Imbert Barrera.
Con el decreto 165-16, el presidente Danilo Medina declaró de duelo los días, 1, 2 y 3, por lo que la bandera nacional deberá ondear a media asta en las oficinas públicas y recintos militares del país.
El último sobreviviente del complot en que fue ajusticiado el dictador Rafael Leónidas Trujillo el martes de 30 de mayo de 1961, falleció esta madrugada en su residencia.
Sus restos serán llevados esta tarde a la Catedral Primada de América, luego de una ceremonia íntima en la funeraria Blandino.
Imbert Barrera fue declarado “Héroe Nacional” y se le concedió el rango de General Advitam.
Daniel Balcácer: “Fue guardián de la Democracia”
Guardián de la democracia es el calificativo que otorga Juan Daniel Balcácer al Héroe Nacional Antonio Imbert Barrera, quien falleció esta madrugada y por cuya muerte el Gobierno decretó tres días de duelo.
El presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias asegura que después de la Guerra de Abril el general Imbert Barrera siempre se mantuvo vigilante para que lo que se había logrado con el ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo no volviera hacia atrás.
“Fue un guardián de los logros alcanzados por los dominicanos en la construcción de la democracia. Fue un batallador y un hombre que gracias a su arrojo, junto con sus compañeros y los que se involucraron en la conjura, hicieron posible que los dominicanos aprendieran a vivir en el sistema de la democracia”, destaca.
El historiador expresa que siempre se mantuvo fiel a los principios que lo llevaron a participar en la conspiración contra Trujillo, para que no hubiera dictadura, que no se quebrantaran los derechos humanos ni las libertades públicas y que el pueblo dominicano pudiese vivir en democracia.