El Ministerio Público se declaró ayer en alerta permanente y reforzó todos los controles en el sistema carcelario a nivel nacional, luego del asalto a la cárcel de Najayo, en San Cristóbal, el cual calificó como un hecho “sumamente delicado y grave”.
Así lo informó el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, quien dijo que por lo bien armado que estaban los sicarios, y lo bien planificado del hecho, no se descarta posibles conexiones con los cabecillas de red internacional de drogas que operan en el país.
Tambien se investiga si en la cárcel quedan otros miembros de la banda de Maríñez Alcántara, y dijo que posiblemente entre los que disparaban desde afuera haya algún herido.
Procedencia de armas. Reveló que las armas que portaban Andy Maríñez Alcántara, cabecilla del grupo de sicarios que operaba en el recinto carcelario, y Jesús Narciso (Atahualpa), los dos muertos en el intento de fuga, la habrían obtenido en la parte vieja de la prisión llamada “Los Veteranos”, donde hay muchos ex policías internos.
“Estamos llevando a cabo todas las investigaciones para determinar por qué una banda así de sicarios quería salir de la cárcel, qué motivó todo esto, cómo ocurrió; quién o quiénes están detrás de todo esto, y cuáles fueron las debilidades o fallos (del sistema)”, dijo Domínguez Brito al ser entrevistado por los periodistas que cubren la fuente judicial.
Elogia valor agentes. El Procurador elogió el valor de los agentes penintenciarios que enfrentaron a los sicarios durante el intento de fuga y resultaron heridos.
