El doctor Guillermo Moreno negó que su hijo Abel Moreno Fernández haya sido beneficiado con una beca concedida por la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode) que dirige el expresidente Leonel Fernández como afirmara el exprocurador general de la República, doctor Radhamés Jiménez.
En una carta remitida al director de El Nacional, Radhamés Gómez Pepín, Moreno hace la aclaración respecto a una nota publicada en este diario en su edición del pasado lunes.
A continuación el texto de la comunicación:
Apreciado Don Radhamés:
“En la página 22 de la edición del día de ayer de ese vespertino que dignamente usted dirige, se publicaron unas declaraciones atribuidas al Dr. Radhamés Jiménez, que dicen textualmente lo siguiente:
Abel Moreno Fernández, hijo del doctor Moreno, acusador principal de Funglode, figura como uno de los cientos de jóvenes beneficiados con becas de la institución, por lo que no entiendo el porqué ahora su padre atribuye a esa institución de lavado de activo”.
Para edificación de la opinión pública me veo obligado a hacer la siguiente aclaración:
1.-Es absolutamente falso que mi hijo Abel Moreno Fernández haya sido becario de la Fundación Global Democracia y Desarrollo.
2.- Abel es licenciado en derecho de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.
3.- Concursó y obtuvo la beca MAE de la agencia Española de Cooperación Internacional, realizando una maestría en Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales, así como también una especialidad en Derechos Humanos, en el Instituto Ortega y Gasset y en la Universidad Complutense de Madrid, España.
4.- Posteriormente concursó y ganó la beca Fulbright que auspicia la embajada de los Estados Unidos en el país, realizando una maestría (LL.M) en Comercio Exterior y Propiedad Intelectual, en American University, Washington ,D.C., EE. UU.
Es lamentable la poca profesionalidad que muestra la defensa del ex presidente de la República, que lejos de referirse a los hechos punibles y pruebas que sirven de fundamento a la querella, elijan el infundio, no solo contra el suscrito, sino contra miembros de mi familia. Hay que entender que si actúan así es porque carecen de argumentos para rebatir la querella que hemos presentado.