LA PAZ.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, defendió hoy que el progreso económico del país en sus 12 años de Gobierno situó a la economía boliviana como líder en crecimiento en Suramérica, con un 4,2 % estimado en el último año.
Evo Morales inició su discurso del Día del Estado Plurinacional de Bolivia con un repaso a la evolución de la economía del país desde la victoria electoral en 2005 que lo llevó al poder.
El mandatario subrayó que Bolivia cerró 2017 con un crecimiento estimado del 4,2 % respecto al año anterior, por encima de las previsiones de organismos como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional y mientras que el resto de países de la región no alcanzan el 4 %.
Morales argumentó que la demanda interna impulsó este crecimiento frente a un contexto externo desfavorable y destacó que Bolivia es el país de la región con mayor inversión pública, con el 12,6 % de su producto interior bruto (PIB), por encima de Perú, con el 8,5 %.
En este contexto, elogió que en estos 123 años el PIB per cápita batió récords hasta alcanzar los 3.393 dólares en 2017.
Asimismo, destacó que el país ganó “la batalla” a la inflación, estimada en el 2,7 % en 2017, una de las más bajas de Suramérica y muy lejos del 24,8 % de vecinos como Argentina, pese a que cuando llegó al poder se auguraba que los precios serían su “tumba”.
Igualmente, se refirió a la deuda externa, del 25,6 % respecto al PIB en la actualidad cuando en 2005 era del 74,8 %, lo que da al país “capacidad de endeudarse”.
El presidente pidió un aplauso para España y Japón por haber condonado su deuda en 2006 y haber seguido prestando a Bolivia, en su intervención ante el Parlamento del país con representantes de la comunidad internacional en los palcos de honor.
“Hemos transformado al país”, se felicitó el mandatario, para proseguir el relato de cifras económicas de sus 12 años de gestión, como la reducción del 32,2 al 17,9 % del índice de pobreza extrema.
El discurso del jefe de Gobierno es el acto central del Día del Estado Plurinacional, forma que adoptó Bolivia con la llegada de Morales al poder en sustitución de la república instituida con la independencia en 1825.