BEIRUT (Reuters) – El Ejército sirio ha aumentado los ataques con misiles balísticos sobre las zonas en poder de los insurgentes, y cuatro de ellos, registrados la semana pasada en el norte del país causaron la muerte de más de 141 personas, entre ellos 71 niños, dijo el martes Human Rights Watch.
“Visité muchos sitios atacados en Siria, pero nunca he visto una destrucción así”, dijo Ole Solvang, investigador de emergencias de la ONG con sede en Nueva York, quien ha inspeccionado los cuatro lugares.
“Justo cuando uno cree que las cosas no pueden estar peor, el Gobierno sirio encuentra formas de aumentar sus tácticas de matanza”, agregó.
El ministro de Información de Siria, Omran al Zoabi, negó el domingo que el Gobierno estuviera usando misiles Scud en el conflicto, informó la web en árabe de Russia Today.
Cuando la revuelta contra el presidente Bashar el Asad se acerca a su segundo aniversario, las fuerzas armadas oficiales han recurrido a tanques, artillería y ataques aéreos sobre zonas residenciales en su lucha contra los rebeldes por el control de las principales ciudades.
Naciones Unidas estima que 70.000 personas han muerto en un conflicto que ha incrementado la tensión en todo Oriente Próximo.
Un comunicado de Human Rights Watch indicó que no había señales de combatientes o bases rebeldes en las áreas alcanzadas por los misiles balísticos, sólo civiles, lo que implica que los ataques fueron ilegales.
Según la organización, cada ataque destruyó por completo entre 15 y 20 casas y el total de muertos probablemente supere al de 141 personas fallecidas que se pudo documentar.
“Usar misiles balísticos contra su propio pueblo es un nuevo mínimo, incluso para este Gobierno”, dijo Solvang.
Tres de los lugares alcanzados se encontraban en una parte de Alepo controlada por la oposición. Las fuerzas rebeldes tomaron la mitad de esa ciudad en julio y agosto, pero ahora están estancadas en su enfrentamiento con el Ejército. El cuarto misil impactó Tel Rifat, un pueblo al norte de Alepo.
Human Rights Watch señala que la extensión del daño de un sólo ataque, la ausencia de aviones en el área en ese momento y los informes de activistas de que se estaban lanzando misiles desde una base militar cerca de Damasco sugieren abrumadoramente que las fuerzas del Gobierno atacaron esas zonas con misiles balísticos.
No obstante, la entidad no halló restos de misiles en las áreas atacadas, por lo que no se pudo identificar exactamente las armas usadas.
La OTAN dijo en diciembre que las fuerzas de Asad habían disparado misiles tipo Scud en varias ocasiones. Si bien no especificó dónde cayeron, dijo que su despliegue era un acto de desesperación.
Los activistas de la oposición dan cuenta de más de 30 ataques con misiles balísticos desde diciembre en Siria. Varios de los misiles impactaron en el campo, sin provocar daños.