Mi madre murió mientras oraba por ella el pasado 30 de Junio. El viernes 6 de Julio fué el funeral de mi madre Ana en Dorchester, Massachusetts. Mientras me preparaba para predicar en su funeral, me llegó la noticia de la muerte de mi hija Zaida, el momento no pudo ser más desgarrador para mí, un trance realmente doloroso que solo el que estás en esos zapatos puede describir.
El domingo 8 enterramos a mamá en Santo Domingo, habiendo realizado antes en la funeraria blandino de la calle Sabana Larga del Ensanches Ozama los oficios correspondientes que se corresponden para la ocación, y regresé el martes 10 de julio a Boston, llegando a mi casa a eso de las 4 de la tarde, y ya a las 7 de la noche de ese mismo día arranqué para Rockville, Maryland, donde el miercoles 11 de Julio asistí al funeral y enterramiento de mi hija Zaida.
Quiero darles las gracias a todos/as por la solidaridad mostrada para mi y mi familia.Gloria a Dios por todas las cosas que nos acontecen, sea su nombre bendito para siempre.
Ambas se fueron con el Señor, alabado sea Dios, soberano que tiene nuestro destino en sus manos.
La Palabra del Señor dice: “Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”. Salmo 46:1.
Estamos bendecidos, prosperados y en victoria en medio de la tormenta, una de sus promesas dice:
“ Señor , tu conservas en paz a los de carácter firme, porque confían en ti” Isaías 26:3.
Amén
Pastor Antonio Regalado
Congregación Maranatha, Inc.