La ministra de la Mujer aseguró que en República Dominicana el acoso sexual contra las mujeres es una práctica muy común que se manifiesta en los medios de comunicación y en los partidos políticos.
Janet Camilo lamentó que en el país no solo existe acoso laboral, si no que la mujer también sufre esos ataques en las calles y en el transporte público.
Se quejó de la discriminación que sufren las mujeres a la hora de vestirse con ropas cómodas porque son etiquetadas de que andan provocando a los hombres, mientras éstos se pueden vestir como “les de la gana y eso a nadie le importa”.
Entrevistada por Héctor Herrera Cabral en el programa D´ AGENDA que cada domingo se difunde por Telesistema Canal 11, la funcionaria hizo un llamado a cualquier mujer que se sienta acosada en su centro de trabajo, para que se ponga en contacto con el Ministerio que dirige para acompañarla a llevar su caso a los tribunales y brindarle asesoría legal.
Dijo que ya funciona un programa de las Naciones Unidas que se llama Ciudades Seguras, que ya fue firmado por el alcalde del Distrito Nacional que busca prevenir y combatir el acoso sexual en las calles de la capital.
“Si, mira en la República Dominicana hay acoso, hay acoso laboral, hay acoso sexual en las calles, hay acoso sexual de las mujeres donde realizan su vida pública, en los partidos políticos y en los medios de comunicación“, enfatizó la ministra de la Mujer.
Al referirse al programa de Ciudades Seguras, explicó que también persigue que el acoso sexual en el transporte público sea mitigado, y que los hombres creen conciencia de que en los carros públicos, en los buses y en el Metro, deben mantener el respeto hacia la mujer.
“A ningún hombre le gusta que le toquen ni que se queden mirando su parte trasera, entonces cómo se siente una mujer cuando se monta en un vehículo, en una guagua, e inmediatamente le fijan la mirada en una parte de su cuerpo, lógico que se siente incomoda porque es una violación a su intimidad y a sus derechos“, agregó Janet Camilo.
Dijo que esa situación se potencializa con la violencia que en tal sentido se da en los medios de comunicación contra las mujeres, ya que por ejemplo la publicidad que se divulga presenta a la mujer como un objeto sexual, que su cuerpo causa morbo y llama la atención para mercadearlo.
“Entonces qué pasa, que a las mujeres se nos prohíbe usar cualquier tipo de ropa que esté clasificada como provocativa, y la sociedad justifica esa violencia contra la mujer cuando dice que el acoso se debe a que a tal o cual mujer le pasa eso porque llevaba puestos unos pantalones muy ajustados a su cuerpo, porque andaba con un vestido muy corto, o porque teniendo dos o tres hijos está estudiando de noche“.
Camilo insistió en que el acoso sexual es una de las manifestaciones de violencia contra las mujeres, que en muchas ocasiones las víctimas temen denunciarlo, y más cuando se trata de un jefe hacia una empleada.
“Y es una situación muy difícil, sobre todo por el tema del manejo del poder, porque son personas subalternas, son mujeres empleadas o dependientes de ese hombre, que enfrentarlo públicamente lleva al cuestionamiento, porque en principio nadie le cree, ya que todo el mundo le cree al hombre“, razonó.
Dijo que esta sociedad está construida de una mentalidad que quien tiene la verdad es el hombre y no la mujer, porque a las mujeres se le atribuye el instinto y al hombre la verdad, entonces la víctima se cuestiona que si está viviendo eso y lo denuncia, quién le va a creer, y si le llegan a creer cómo enfrentar a ese agresor que tiene más poder que ella.