En medio de un intenso operativo de seguridad que procura reducir los riesgos de accidentes y percances, miles de feligreses están arribando desde ayer hacia la basílica Nuestra Señora de la Altagracia, ubicada en Higüey, para participar en los actos conmemorativos de hoy.
Durante el trayecto realizado por periodistas de LISTÍN DIARIO se pudo observar a cientos de viajeros que aprovecharon para darse un chapuzón en el río Sanate, en la ruta hacia Higüey desde El Seibo, a cuyas aguas se les atribuyen curaciones y milagros, por lo que muchos acuden para aprovechar el mito. En el operativo participan agentes de la Policía Nacional, Defensa Civil, Cruz Roja, Cuerpo de Bomberos y Ministerio de Obras Públicas. Mientras que la seguridad está siendo reforzada por la presencia del presidente de la República, Danilo Medina, de quien se espera que asista a la ceremonia.
A los actos en el que participan miles de voluntarios, solo en el interior de la basílica, se encuentran aglutinados más de 200 agentes; además de personal de protocolo y agentes encubiertos.
Las medidas incluyen ambulancias y consultorios médicos de emergencia para los casos que ameriten ante las eventualidades como mareos, desmayos e imprevistos de salud de quienes acuden a la basílica.
Operativo
Además de las unidades de emergencia, ambulancias, camillas, baños improvisados, consultorios y unidades de emergencia, hay un destacamento de la Policía en el interior. De igual manera, se observó una gran cantidad de nacionales haitianos, e incluso una especie de caseta que actúa como Consulado haitiano en el lugar, en la que coincidencialmente había agentes policiales dentro.
Los alrededores de la basílica tienen acceso restringido para los vehículos, sin embargo sí a vendedores de todo tipo, incluyendo equipos de música, fritura, velas y velones, suvenir de artículos relacionados con la devoción mariana.
TRADICIONES
En horas previa al Día de la Altagracia, cientos de feligreses, tanto del país como del extranjero, llegaron al lugar para participar de los actos y cumplir con promesas y cumplidos, como parte de la tradición de este día dedicado a la Protectora del Pueblo Dominicano.
Fernando Martínez explicó en el patio que llegó, junto a su esposa desde Barahona con una comitiva, tradición que mantiene desde los años ‘90, cuando viajó por primera vez al identificarse como “devoto de la Virgen”.
Explicó que no durmió y que en el recinto, debió descansar. En el patio de la basílica, cientos de personas han improvisado camas para descansar y amanecen en el lugar, donde comen y realizan sus necesidades en baños improvisados que se han instalado para esos fines. Sin embargo la suciedad y promiscuidad es evidente en el lugar, donde asiste un equipo de voluntarios para tratar de minimizar los daños que provocan las miles de personas que llegan a los alrededores.