Miles de inmigrantes salieron ayer a las calles de más de 50 ciudades de Estados Unidos para mostrarse “en pie de lucha” ante la retórica xenófoba y las políticas migratorias del presidente electo de EE.UU., Donald Trump.
En lo que llamaron el Día de Acción Nacional de los Inmigrantes y falta de seis días para que Donald Trump asuma como presidente del país, personas de varios grupos étnicos, religiosos y orientación sexual expresaron en varias marchas y actos su defensa a la población indocumentada y a los derechos civiles de la población.
“Juntos protegeremos a inmigrantes y refugiados, los políticos no deben subestimar la capacidad de los inmigrantes para superar obstáculos”, señaló a Efe la cofundadora de la organización United We Dream (Juntos Soñamos), Cristina Jiménez. “Desde San Diego a McAllen a Houston a Miami, la gente se reúne en una hermosa fuerza multirracial y desafiante”, agregó la activista, en alusión a las ciudades donde ayer se celebró esta manifestación nacional, que lleva por lema “Estamos aquí para quedarnos”. La marcha, la primera de carácter nacional hecha por los defensores de los inmigrantes desde la elección de Trump como presidente, reivindicó a muchos de quienes han sido blanco de los ataques del republicano durante su campaña electoral. “No podemos defendernos aislados, tenemos que estar en comunidad”, advirtió Angélica Salas, directora ejecutiva de Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA). En Washington, los manifestantes se concentraron en los alrededores de la iglesia Metropolitan African Methodist Episcopal Church, en cuyo interior decenas de hispanos expresaron desde el púlpito sus razones para defender a los indocumentados. “No podemos tener miedo y salir huyendo, tenemos que ser más inteligentes, tenemos muchas herramientas para ganar y decirles- ‘aquí nos quedaremos’”, dijo el educador José Torres. En la ciudad de Milwaukee, en Wisconsin, las bajas temperaturas no amilanaron a las decenas de manifestantes que participaron en una marcha en la que recordaron que en el pasado derrotaron proyectos estatales como la HR 4437, del congresista Jim Sensenbrenner, que convertía en un crimen el ser indocumentado. “Tenemos que recordarle a Trump y a sus seguidores que tan importantes es nuestro trabajo y nuestro aporte”, defendió Christine Neumann-Ortiz, directora del grupo Voces de la Frontera y quien resaltó que en este estado “la producción de leche sería casi imposible sin los trabajadores hispanos”. Entre las principales reivindicaciones está la de proteger a los jóvenes indocumentados conocidos como “soñadores” de la deportación, en caso de que Trump derogue las medidas ejecutivas que puso en marcha Obama.