Inspectores de Migración han arreciado los operativos en contra de extranjeros que residen de manera irregular en Santiago y otras partes del Cibao, una vez venció el plazo para la expedición y renovación de los carnés del Plan de Regularización. Haitianos indocumentados han restringido su salida a las calles para evitar ser arrestados.
Sin embargo, muchos de los inmigrantes ilegales están planteando una prórroga del Plan, alegando que pese a los esfuerzos que hicieron no pudieron renovar sus documentos, debido a las largas filas y la lentitud del proceso.
Los haitianos que se observan pernoctando las calles en actividades de comercio tienen carnés del Plan de Regularización, según informaron inspectores migratorios.
Varios haitianos, como Juancito Pierre, dijeron que quieren retornar voluntariamente a su país, aunque estiman que la situación socio económica allí es cada vez más difícil.
Las operaciones de Migración y el Ejército se han concentrado en Santiago, Puerto Plata, Mao, Montecristi, Santiago Rodríguez, Dajabón y otras provincias de la región.
El jueves inspectores migratorios junto a militares recorrieron sectores y comunidades del Este de Santiago apresando a numerosos haitianos cuando se dirigían a sus trabajos y otros que pernoctaban por las calles.
Los agentes de Migración se apostaron en la carretera Duarte frente a la Avenida Rafael Fello Vidal y requisaban los minibuses y carros del transporte público que cubren las rutas desde y hacia Santiago, Licey Al Medio, Moca, Salcedo y otras localidades.
Informes migratorios indican que al menos 150 haitianos fueron detenidos, pero no todos son repatriados.
Muchos haitianos al notar la presencia de Migración y el Ejército escaparon, entrando a solares baldíos, cañadas, brincando paredes y ocultándose en callejones, dificultando el acceso a esos lugares de los inspectores y los soldados.
Venezolanos no son molestados
Muchos venezolanos que entraron al país con visas de turistas y que decidieron quedarse aún con sus documentos vencidos, y que actualmente se dedican en el centro histórico de Santiago a la venta de comida y chucherías, no fueron molestados porque los inspectores.
Sin embargo, algunos cuando observaban la presencia del personal de Migración optaban por esconderse y de esa manera evitar ser detenidos.